Rojo, blanco y sangre azul

El argumento es genial. Te atrapa desde la primera página. El mundo político y el de la realeza, se unen para meterte de lleno en una sociedad en la que las apariencias lo son todo. Las tramas políticas se mezclan con el tema amoroso, manteniéndote en vilo durante todo el libro. Es fascinante poder conocer los entresijos de la Casa Blanca, y de la Realeza Inglesa.

Los diálogos con perfectos, y las escenas íntimas están narradas de una manera que, sin ser explícita, crea cierto morbo que gusta. Tanto Alex como Henry me han cautivado. Son dos personajes que, aunque en un principio ellos crean que son tan compatibles como el agua y el aceite, terminan aceptando que tienen bastantes cosas en común. Son fuertes, valientes y generosos. Ambos son conscientes de cuales son sus deberes y obligaciones con respecto a sus papeles dentro de sus familas pero, aun así, tanto Henry como Alex demuestran tener el valor suficiente para ser ellos mismos, y no lo que se espera que sus personajes. Creen en la auntenticidad por encima de las apariencias. Pero… ¿serán capaces de luchar contra viento y marea por ese amor? ¿Se arriesgarán a perderlo todo? Esto deberéis descubrirlo vosotros/as 😉

La historia me ha sorprendido totalmente. Quizás me hubiese gustado un final menos breve, tal vez algún epílogo, pero quitando estos detalles, el libro es una maravilla. Lo recomiendo porque, no solo vas a vivir una historia de amor de película (que, ya puestos no estaría mal llevarla a la gran pantalla :D), también te abre los ojos, te enseña. Te hace ser consciente de los atrasos que, hoy en día, continúa habiendo en la sociedad que nos rodea, y de los que, quizás, no somos conscientes. Los cambios del siglo XXI, las mentes que todavía siguen cerradas al cambio, y lo genial que sería si todos fuéramos más tolerantes, y menos exigentes con las personas.