La lluvia: Blackwater VI

Tres meses después de lanzarme de cabeza al río Perdido, llega el momento de decir adiós a la familia Caskey y lo hago con la lagrimita. Me apunté al reto Blackwater en un arrebato, sin saber muy bien dónde metía, y enseguida me vi atrapada por el universo creado por Michael McDowell.

Ha sido un viaje emocionante que me ha hecho recordar aquella época en la que las series no entendían de atracones y tenías que esperar una semana, como poco, para ver el siguiente capítulo. Esa emoción que sentía cuando por fin llegaba el momento es exactamente lo que ha conseguido provocarme la editorial al lazar este libro por entregas. Recibir cada paquetito ha sido muy ilusionante.

Ya sabéis que entré de cabeza en la historia de la familia Caskey desde el principio. La forma de escribir del autor y esa atmósfera a caballo entre el misterio y el terror de las primeras entregas me enganchó sin remedio. Es cierto que la tensión narrativa cae en algún que otro punto y que alguno de los tomos es un poco más flojo. Sin embargo, a pesar de los altibajos, puedo decir que he disfrutado mucho de Blackwater.

Respecto al cierre, para mí gusto ha estado a la altura. Si bien es cierto que se me ha quedado algún que otro fleco un poco suelto, me atrevo a decir que es un final muy digno. Algunos personajes podrían haber tenido un desenlace más apoteósico, al menos es lo que yo esperaba, pero aun así ha cumplido mis expectativas.

No miento si os digo que voy a echar mucho de menos mi ración de Blackwater cada quince días, y ahora solo espero que los amigos de Blackie se animen a editar más obras del autor. No me cabe duda de que muchos de los que hemos participado en esta experiencia lo esperamos con ganas.

En definitiva, he disfrutado muchísimo leyendo esta novela por entregas, que recomiendo a todo aquel que busque una lectura ligera y adictiva.