Este libro me atrapó desde la primera página. Necesitaba algo fácil de leer, ligero y que enganchase y al leer la sinopsis me pareció que cumplía los requisitos. Rachel es una madre que vive sola con su hija Kylie. Todas las mañanas la deja en la parada del autobús que coge para ir al colegio. Pero el día en el que comienza el libro no es un día cualquiera. Ese día ocurre algo que cambia sus vidas para siempre. Rachel recibe una llamada de teléfono en la que le informan que han secuestrado a su hija y que si quiere recuperarla tiene que pagar un rescate y además secuestrar a otro niño. Quien la llama es también una madre cuyo hijo ha sido secuestrado. Si Rachel no cumple las reglas La Cadena matará a Kylie y seleccionarán a otra niño...La Cadena siempre debe continuar. El libro cumple lo que promete, es adictivo y engancha desde el minuto uno. Por ponerle una pega, quizás el final es demasiado predecible. |