La novena hora es una novela sencilla, sin grandes sobresaltos pero su historia, la de Sally sobretodo, no tiene nada de sencillo. Su padre se suicida cuando se entera de que su mujer está embarazada cuando él se ha quedado sin empleo. Annie, la madre, pasa a trabajar en la lavandería de un convento. Ella va a crecer entre ropa y monjas, algo que la hará pensar en que su futuro es el de hacerse novicia. Pero Sally está perdida y su madre (bajo mi punto de vista) no se lo pone nada fácil. Es una lectura lenta, agradable, que me ha servido para desconectar de anteriores lecturas más densas o que reclamaban mayor atención durante la lectura. Pero sin más. |