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Si algo me encanta de este libro es que a pesar de ser muy triste y duro de leer... acaba con un mensaje de positividad y de valentía. Porque esa es la realidad, la vida es así de dura y de cruel... y tenemos que tirar para adelante por muy mal que la vida nos esté tratando, por uno mismo y por sus seres queridos. Si no has leído este libro pero lo vas a empezar, yo te recomiendo que te pongas a tu lado un buen cargamento de pañuelitos de papel, papel higiénico o incluso papel de cocina super absorbente... ¡que los vas a necesitar! No creo que haya nadie capaz de leer este libro sin soltar una lagrimita como mínimo. Pocos libros me han hecho llorar así. Una historia que te llega muy adentro y entre lágrimas no puedes evitar seguir leyendo una página tras otra sin importar la hora que sea ni lo hinchados que vayas a tener los ojos al día siguiente. Sin duda, es uno de los mejores libros de Megan Maxwell y será uno de mis grandes recomendados entre familiares y amigos. |
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