El día que el cielo se caiga

He de confesar que por regla general no me siento atraída hacia las novelas de Megan Maxwell pero con este libro sentía que tenía que darle una oportunidad.

Sabía por la sinopsis que estaba ante un drama y que iba a necesitar una caja de pañuelos a mano para sobrellevar la historia. ¡Y qué historia! No tardé en adentrarme en las vidas de Alba y Nacho, tan llenas de momentos buenos como baches duros de tragar. Ante todo, quiero aclarar que, aunque las novelas de la autora se caracterizan por el romance y el erotismo, El día que el cielo se caiga no se puede categorizar con estas etiquetas. ¿Hay amor? Sí. Pero no se centra en ese amor romántico, sino en ese amor fraternal, en los vínculos afectivos de la familia, en la amistad por encima de todo. Es un libro con un final triste pero que te deja satisfecha, porque tal y como ocurre en la vida, a pesar de las desgracias, a veces hay que quedarse con lo bueno, y esta novela demuestra que hay muchas maneras de querer y sentirse querido y apoyado.

Por ponerle alguna pega, sí hubo partes que se me hicieron algo largas, porque sentía que algunas ideas se repetían y no terminaban de avanzar. Unas páginas menos no le hubieran venido mal al libro y podría seguir llegando de igual manera. Además, algunas situaciones me parecieron forzadas.

En resumen, no es un libro que destaque por su narrativa pero te cuenta una historia muy tierna que te hará valorar los pequeños momentos de la vida.
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