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Esta novela relata las implicaciones de ser mujer, negra y joven en la Sudáfrica post-apartheid. Su protagonista, al igual que la propia autora Kopano Matlwa, elige ser médico. No lo hace a priori para salvar vidas, si no para tratar de resolver sus problemas menstruales que le resultan un infierno durante su adolescencia, sin que nadie parezca ofrecer solución ni esperanza. Ambiciosa y luchadora, consigue la inserción al sistema medico mediante gran esfuerzo y dedicación. Sin embargo, se da de bruces con la realidad al descubrir la falta de medios en los hospitales, los horarios infinitos y la carga mental y emocional incesante. Además, esta carga no consigue alejarla de los fantasmas familiares del pasado ni del asfixiante clima político de un país que supuestamente ya es libre y tolerante, pero que aún tiene mucho camino que recorrer en esa dirección. En un fuego cruzado entre el racismo hacia los negros que sigue pasando de generación en generación y la xenofobia hacia los extranjeros de Asia y de otros países del continente africano, la protagonista se verá envuelta en situaciones imposibles y en acontecimientos muy dolorosos. La misoginia, la religión y las supersticiones son elementos claves de este relato breve pero desgarrador. Kopano Matlwa, escritora, médico y activista muestra en esta su tercera novela, un estilo directo y contundente, aunque por momentos casi naïve. En ningún momento resulta pretenciosa, simplemente realiza una radiografía del odio y del dolor, con los ojos bien abiertos, porque basta ya de apartar la mirada. Con ella arrastra al lector a ver y sentir en carne propia realidades demoledoras e injustamente silenciadas. |
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