La Salpêtrière (que existe hoy en día como hospital general) es lo que podríamos llamar un manicomio. Nos trasladamos a París, marzo de 1885. Como cada año, el hospital está inmerso en la preparación del popular ‘Baile de las locas' o baile de media Cuaresma. Por una noche, se abren las puertas de la institución y la flor y nata de París compartirá un baile de disfraces con las mujeres que allí habitan. Las mujeres de la Salpêtrière son de todas las edades; diagnosticadas de histeria, melancolía, epilepsia o demencia. Todas tienen en común haber sido consideradas un estorbo para sus familias y la sociedad. Estamos ante una obra extraordinaria que leí el fin de semana pasado aprovechando una escapada a Santander y cuya lectura a penas me duró 48 h. Es un ejemplo más de que un libro no necesita tener muchas páginas para ser brillante. Una historia que emociona, impregnada de sororidad, con unas protagonistas, cuyas vidas calan hondo, y no se olvidan tan fácilmente. Esta premiada obra nos sorprende con una narrativa ágil y cálida que emociona, cautiva y a la vez enfurece. Un debut literario difícil de olvidar. |