“La fe inquebrantable en una idea conduce a los prejuicios. ¿Te he hablado de lo serena que me siento desde que dudo? Sí, no hay que tener certezas. Hay que poder dudar; de todo, de las cosas y de una misma” ~ El baile de las locas de Victoria Mas. ¡Menuda sorpresa más agradable me he llevado con este libro! Lo había visto en varias ocasiones pero no me llamaba excesivamente la atención y cogerlo, así porque sí, en la biblioteca ha sido todo un acierto. El libro es directo, claro, engancha desde la primera página y se lee en un ratito. La historia nos cuenta la vida en el hospital de la Salpêtrière, una especie de psiquiátrico de mujeres, en Francia, a finales de 1880. Centrándonos un poco en la época y tratándose de mujeres ya os podéis imaginar un poco por donde van los tiros. A ese psiquiátrico quedaban confinadas aquellas mujeres que bien padecían algún mal o bien eran consideradas un “mal” para sus familias, y quien dice familias dice hombres puesto que quien dirigiría los destinos de las mismas eran sus padres o sus maridos. Curiosamente, mientras para algunas su ingreso en Salpêtrière suponía un fuerte revés, para otras era un descanso por cuanto las alejaba de situaciones más duras: prostitución, violaciones, malos tratos. Allí trabaja Geneviève, una joven que desde pequeña ha querido dedicarse a la medicina y que arrastra con ella un gran pesar desde la muerte de su hermana, y que no cuestiona, en ningún momento la atención, los tratos o las decisiones que se han tomado con las mujeres que han sido ingresadas hasta que con la llegada de Eugénie, una joven a quien su padre ingresa para mantener el nombre de la familia limpio y casto, comienza a cuestionarse más de un aspecto. En serio, leedlo, es una muy buena historia. |