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María Martínez lo ha vuelto a hacer. Tiene una capacidad para crear unas historias preciosas, a la vez que profundas y llenas de capas, que te atrapan desde la primera página. En este primer libro de la serie, la historia se centra en Jun y Daniela. Desde le momento en que coinciden en un bar cuando están en una cita que no quieren tener, la química es instantánea. Este cliché no es el que más me gusta, porque suele ser un poco forzado, pero en este libro está escrito de una manera muy natural. Pero lo que más me gusta de los libros de María son las subtramas y todo lo que suele haber detrás de los protagonistas. Y en este caso no podía ser menos. Y me ha cautivado. Jun, coreano, viene de una familia donde el qué dirán, las apariencias y mantener las tradiciones es esencial, más importante que la felicidad individual por lo que desde el principio de la “amistad/complicidad entre Jun y Daniela, esto va a pesar como una losa. Por otro lado, Daniela, española, no se habla con su familia por un conflicto de hace años en el que toda su familia tomó parte, y no fue la de Dani. Aunque parece que no le afecta, ese bagaje emocional pronto quedará al descubierto. Con todo esto y con un estilo sencillo se crea una historia PRECIOSA, tierna y delicada, cargada de reflexiones, en la que, aunque a siempre vista parece se trata simplemente de elegir entre la familia o el amor, todo es más profundo que eso, porque nada es blanco o negro. Jun y Dani se han convertido en unos de mis personajes favoritos. He conectado con ellos desde el principio, y no puedo esperar a volver a leer sobre ellos en el segundo libro, aunque sea como personajes secundarios. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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