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La familia compuesta por Jacobo, Irene y Miriam comienza una nueva vida en un pequeño pueblo almeriense tras tener graves problemas económicos. Un año más tarde asesinan a Irene y es Nora, la abogada de Miriam, quien se empleará a fondo para saber toda la verdad. La historia no es lineal y es contada desde la mirada de cada uno de los componentes de la familia y de Nora. Son más de 400 páginas dedicadas a la búsqueda del culpable del asesinato. He tenido subidas y bajadas con este libro, ha habido partes que me han entretenido y otras que me aburría como una ostra. Ya en las primeras páginas las descripciones que hace el autor, desde el punto de vista de Jacobo, sobre los personajes femeninos no me han gustado nada de nada y me han parecido incluso machistas, y eso quizás me ha condicionado posteriormente en su lectura y en la opinión de esta novela. Hay situaciones que me han parecido poco creíbles e incluso el personaje de Nora, que es la abogada de Miriam, no ejerce como tal, debería de tratarse más bien de una policía, investigadora, inspectora... algunos personajes me han parecido forzados. El autor nos va enrevesando en la trama y puedes creer que el final vaya a ser apoteósico pero acaba siendo en un "ni fu ni fa". Es una novela que no te atrapa y que no recomendaría a aquellas personas que están acostumbradas a leer novelas policiacas. |
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