Esta ha sido mi primera novela de la autora. La escogí a ciegas, prácticamente. Había leído alguna reseña y sabía que eran de esos libros que te dejan el corazón calentito, pero no sabía de qué trataba. Y lo cierto es que fue así, tal cual. Una historia de ritmo constante, con una pluma muy dulce y cercana. Empaticé mucho con los protagonistas y aunque a veces tuve la sensación de que los conflictos se resolvían muy fácilmente, no tuve la sensación de que fuesen por ello poco creíbles. En la novela se tratan temas delicados, como la eutanasia y el duelo. En mi opinión, la autora lo lleva de una forma muy respetuosa y eso se agradece siempre. |