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Como en todo libro de relatos siempre habrá historias que gustan más que otras, pero, si soy sincera, es la primera vez que leo un libro de cuentos en el que me gustaron todos. Por lo general cuando se hace alguna reseña de un libro de relatos se puntúa cada relato por separado para luego promediar y poner una puntuación final. A mí no me gusta hacerlo de esa manera, pero si tuviera que hacerlo diría que el menos me ha gustado se llevó 3 de 5 estrellitas... con eso les digo todo. 😉 Primero quiero destacar la pluma de Diego. No saben que bonito escribe y el gran sentido del humor que tiene. En cada relato, por más que sea alguno de miedo, Diego nos hará reír. Además utiliza un lenguaje bien argentino, con muchos modismos y un tono muy cercano y relajado que te hace sentir que es él mismo el que te está contando las historias mientras compartís un café, o mejor, una cerveza en algún bar. «Esto que les voy a contar es un secreto, por favor, no lo vayan a divulgar. No solo porque nadie les creería, sino porque me van a hacer quedar como un pelotudo. Cuando era pibe conocí el infierno y no es como dicen». En cuanto a la variedad de los relatos podemos encontrar de todo un poco, desde viajes al pasado, antiguas maldiciones, universos paralelos, brujería, invasión de insectos hasta seres del espacio exterior o visitas al infierno, pero se nota que todos, o la gran mayoría, tienen un poco de verdad, anécdotas familiares o sus propias vivencias y eso los hace más bonitos porque sienten mucho más me reales. Creo que escogió el mejor relato para el final. "Santa mugre" me encantó, no solo por la historia, (una historia navideña, que habla sobre papá Noel, el espíritu navideño y una época muy triste para la Argentina) sino porque deja una gran mensaje de esperanza y te hace reflexionar sobre la dura realidad de algunos más desafortunados. «Hoy entiendo que Dios nos encargó una tarea: la misión de ser felices, de florecer sin importar el barro en el que nademos». Mención especial para "La maldad de las cosas inanimadas" que me recordó a mi viejo que falleció en 1997 cuando yo tenía apenas 7 años, y a pesar del tiempo que ha pasado es hermoso encontrarlo en pequeñas cosas como este relato y sentir ese amor que emana de las páginas cuando Diego escribe sobre su familia. No puedo terminar la reseña sin mencionar las ilustraciones del libro. Diego es dibujante e ilustrador profesional (y uno muuuy bueno) e ilustró cada relato de manera magistral. Creo que es una excelente decisión que las imágenes estén al final de cada cuento ya que dejan que nuestra imaginación haga lo suyo y al terminar de leer cada una de las historias, la ilustración pone el broche de oro final. Diego me dedicó el libro con estas palabras: Que este libro te trasporte a tu añorada infancia, te llene de nostalgia, te haga reír al tiempo que te haga sentir el más terrible horror... bueno Diego, definitivamente tus palabras se cumplieron, sobretodo la parte de la risa... todavía me sigo riendo mientras escribo esta reseña y recuerdo algunos de los relatos... «AHHH de solo pensarlo se me tensa el esternocleidomastoideo»... 😂 Definitivamente recomiendo este libro para los lectores que disfrutan de las historias nostálgicas, mágicas, fantasiosas -y otras no tanto- y por supuesto también de miedo, pero aderezadas con gran sentido del humor. Es un libro de menos de 150 páginas con 14 relatos que se leen súper rápido ya que la narración es muy ágil y es ideal para alternar con lecturas más pesadas o densas. |
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