Me sabe mal escribir esta opinión impopular porque me gusta mucho el humor de Ángel Martín y porque me ha impactado (para bien) la forma en la que abre su corazón y su mente para volcar todo su contenido transmitiendo con mucha verdad lo que le sucedió en 2017 cuando traspasó la línea entre la cordura y la locura. Otro punto a su favor es que visibiliza el problema de la salud mental y pone sobre la mesa las herramientas que le sirvieron para reconstruirse. Las ideas, reflexiones, tramas y acontecimientos se van narrando en modo: todo a la vez, pero con la cohesión necesaria para que Por si las voces vuelven sea un libro que tiene algo magnético que te invita a querer seguir leyendo. Después de todo lo bueno que he dicho... ¿Por qué le doy tres estrellas y no las cinco que merecería? Porque pese a tenerme enganchado, no he llegado a conectar emocionalmente con su "volverme loco es lo mejor que me ha pasado”, con su discurso proseñales... Porque la experiencia del autor con los psicólogos fue muy mala y sentí como si quedase el poso de que es mejor seguir sus consejos que acudir a un profesional. En cualquier caso, haciendo balance de unas cosas y otras, lo positivo gana con creces por lo que recomiendo su lectura. Os quiero mucho. A hacer cosas. Post-it. |