Por si las voces vuelven

Querido Ángel:

Gracias por este libro. Porque no sé si estuve loca, tal vez más que cuerda, pero sí sé que estuve perdida y tuve que reconstruirme desde cero. Sí sé que necesité ayuda.

No temía que otra persona saliera del espejo, pero deseaba no ser esa que proyectaba.
No hablaba con mi Yo del futuro. El del presente supo cómo minar mis ganas de saber cómo me iría planteándome hipótesis angustiosas.
No descifré el Universo. Para mí era un galimatías en el que no sabía cómo ubicarme, ni me sentía preparada para ello.

No temo que vuelvan las voces, solo que lo haga una. La única. La protagonista absoluta de mi sufrimiento. Aunque, en realidad, nunca se ha ido, sencillamente he aprendido a dialogar con ella o a ponerle un puntito en la boca de vez en cuando si es necesario. Ese aprendizaje ha sido agotador.
El Sr. Gris apareció arrasando y poco a poco, tras muchos años, he ido enseñándole a pasar tranquilo los días en un rincón, mientras yo vivo alerta por si un día decide abandonarlo.

Gracias, Ángel, porque tu libro ha sido un abrazo y me ha recordado que todo lo vivido siempre merece la pena si te ayuda a reinventarte. Gracias porque tuve que tocar fondo para vivir sabiendo que no hace falta tocar fondo.

Transité un desierto y habría agradecido a mi Yo del futuro que le hubiera dado un guantazo al del presente y se hubiera pasado a hablarme de cómo me emocionaría con tu audiolibro. A hablarme de todos los testimonios que en este largo viaje me han acompañado y aún me acompañan.

Gracias, Ángel. Solo puedo decirte eso y las veces que haga falta, porque esto es ¡punto para los locos! y ya va siendo hora de que suba nuestro marcador.

Un abrazo enorme.
Ana

PD a todos los que habéis llegado hasta aquí: Este libro visibiliza la salud mental y contribuye a la eliminación de estigmas. Es un testimonio necesario y que disfrutarás mucho si decides darle una oportunidad al audiolibro (narrado por el autor) si te gusta ese formato.