Mil motivos para no estar juntos

Hace bastante tiempo que le tenía muchas ganas a esta novela y quizás por las expectativas me ha gustado menos de lo que esperaba. El principio no me gustó demasiado pero seguí leyendo y, he de admitir, que he tardado bastante en terminarlo porque se me hacía algo pesado y el momento de la epifanía tampoco ayudó demasiado. Puedo decir, sin duda, que no era lo que esperaba y que me ha dado mucha rabia no haberla disfrutado. Me han faltado giros en la trama, que es bastante plana, o algo que le diera un poco más de vida.

La portada es preciosa y me tenía enamorada. El libro está dividido en prólogo, 29 capítulos y epílogo. La historia se mueve entre el presente, que está entre el 31 de Agosto de 2019 y el 27 de Febrero de 2020, y el pasado, que no se especifica cuando es. Me hubiera gustado que indicara al menos el año cuando ponía pasado. Pero se entiende bien aun así.

Los protagonistas son Ander y Nikanor, que escriben esta historia en primera persona, y que son los chicos que aparecen en la portada. Ambos se conocieron cuando los padres de Ander, que en aquel entonces tenía 11 años, adoptan a Nikanor, de 15 años, convirtiéndose en hermanastros. Aunque en el fondo nunca se han tratado como tal, sino como amigos. Lo cual ha hecho que el amor surgiera entre ellos.

No he llegado a empatizar mucho con los personajes y no me he mantenido conectada a la historia ya que se me hacía bastante repetitiva. Pero creo que eso ha sido algo mío, ya que he oído muy buenas opiniones de este libro. Por eso, os lo recomiendo. El que a mi no me haya llegado, no quiere decir, ni mucho menos, que a vosotros no os pueda encantar.

El final, en cambio, si me ha gustado. Agradezco ese momento en el que los padres han aparecido para arreglar el asunto. Creo que me hubiera gustado más que hubieran aparecido más a menudo y no solo al final.