Una chica disfrazada de clarinete

Me ha gustado mucho. No había leído nada del autor y me ha sorprendido el estilo. Es una novela juvenil de misterio, yo diría que es un "cozy mistery" que se llevan tanto ahora. El ritmo va variando a lo largo de la novela, acorde a la trama, hay momentos que es trepidante, como la fiesta de disfraces en la que discurre. El protagonista principal es Tom-Tom, un chico que va al instituto y con el que es fácil empatizar e identificarse. Y los villanos de la historia parecen unos chapuceros, por lo que se dan situaciones rocambolescas e incluso hilarantes. El narrador es una tercera persona, omnisciente, y dado que la historia se desarrolla en distintos escenarios y con varios personajes, se dan saltos entre capítulos y otros, y en ocasiones retrocede para saber lo que sucedía en varios sitios al mismo tiempo. Puede parecer confuso, pero opino que el autor sabe situar al lector y que no se "pierda" A mí me ha enganchado desde el principio. Me ha gustado el vocabulario que utiliza el autor, para que lo entiendan los chavales pero sin ser descuidado o mal sonante. Y las ilustraciones son, sin lugar a duda, un plus. le dan un toque a cómic, y los colores, en rojos y negros son muy de novela policiaca. La recomendaría para lectores a partir de doce años.

Mi última lectura de 2023 fue esta novela juvenil de Andreu Martín, con ilustraciones de Ferrán Orta y publicada por BiraBiro Editorial, que llegó a mí gracias a la última edición de Masa Crítica de 2023, organizada por Babelio.

Hace mucho (muchísimo) tiempo que no leía novela juvenil, por lo que entré a esta lectura con muchas dudas. Y aunque tengo que decir que las primeras páginas me costaron un poquito, luego la cosa se fue animando y acabé bastante contenta con la experiencia.

Esta disparatada historia empieza cuando Tomás (al que llaman Tom-Tom en el instituto) escucha una conversación entre Atalaya, la chica de clase que le gusta, y la abuela de esta, en la que hay una pistola implicada. de ahí a verse involucrado en una loca fiesta de disfraces en la que algunos importantes delincuentes y ciertas personalidades se mezclan con un montón de asistentes inocentes disfrazados de prácticamente cualquier cosa imaginable hay mucha menos distancia de la que podrías imaginar.

Dentro de lo que es (una novela juvenil recomendada para unos 13 años), me ha parecido una historia muy entretenida, con momentos muy locos y un buen montón de ideas para preparar el disfraz de los próximos carnavales. A lo largo de toda la trama, vamos a acompañar a Tomás, a Atalaya o a cualquiera de los otros personajes principales que, cada uno con su propia agenda, se encuentran en esta fiesta. Esto hace que la narración sea bastante dinámica, aunque también es cierto que, en cada salto, vamos unos minutos atrás en el tiempo para comprobar qué hacía un personaje mientras a otro le ocurría lo que acabamos de leer. Y hay momentos en los que puede ser un pelín confuso.

En cuanto a la edición, me ha parecido muy cuidada. El tamaño de la letra no es ni muy grande ni muy pequeño y cada capítulo empieza con una ilustración que mantiene los tonos de la portada.

Creo que puede ser una opción interesante para lectores de la edad recomendada que busquen una historia entretenida y divertida, con un montón de situaciones disparatadas y algún que otro momento de acción.

NOTA: ★★★
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Ya he leído más libros de este autor, novela negra, que es mi género favorito. En esta ocasión ha sido una novela juvenil pero con tintes de novela negra, no podía faltar. Con un gran sentido del humor el autor nos va contando la historia que, prácticamente, transcurre en una gran fiesta de disfraces. El plantel de disfrazados es enorme (afortunadamente, pocos disponen de voz) pero los que participan no tienen desperdicio. Si he de elegir me quedo con Tom y con Atalaya, desde luego. Una historia bastante entretenida y, para mi, con moraleja: nunca creas que alguien es inalcanzable para ti, intenta hablar con esa persona, quizás te lleves una sorpresa. ¡Lo recomiendo!