Tres pequeñas mentiras

Tras el éxito que tuvo con María quiere ser tu amiga, Laura Marshall regresa con un nuevo thriller en el que nada es lo que parece.


Esta novela está narrada en primera persona por tres personajes distintos: Ellen (protagonista principal), Olivia y, en menor medida, Karina.


Esta historia se remonta al 2006, cuando la familia Monkton se muda al barrio de Ellen y Karina, quienes quedan fascinadas por el glamour y la sensación de libertad que desprende la familia de músicos. Si bien los hijos de Tony y Olivia (Daniel y Nicholas) llaman la atención de las adolescentes, es Sasha, la joven de su edad, quien logra cautivarlas por completo. Es aquí cuando comienza una historia de obsesiones por los Monkton y por poder formar parte de sus vidas hasta que, en la Nochevieja de 2006, Daniel viola a Karina.


El juicio de 2007, narrado por Olivia, muestra cómo una madre duda de la inocencia de su hijo, pero a la vez de su culpabilidad. ¿De verdad Daniel ha sido capaz de cometer un crimen tan atroz? ¿Quién miente y quién dice la verdad?


Lo que más me ha gustado de esta novela es ver cómo, en este juego de mezclar tiempos, poco a poco vamos a ir descubriendo la verdad de lo que sucedió hace más de diez años (si tomamos en cuenta como presente el año 2017). El lector va viendo cómo son realmente los personajes, especialmente Ellen y Sasha, y cómo es sencillo manipular a una persona que desea con todas sus fuerzas formar parte de algo.

El lector estará teorizando desde el principio, absorbiendo las pequeñas pinceladas de verdad que la autora va dejando caer, y descubriendo quiénes son en realidad los Monkton tras esa fachada de familia feliz y liberal.


Los temas de violación, alcoholismo, el robo, la mentira y manipulación, así como las relaciones familiares que se complican durante la etapa adolescente, se tratan en esta novela con naturalidad y crudeza, mostrando cómo lo peor del ser humano puede rivalizar con el intento de mostrar lo mejor de uno mismo. Una serie de imperfecciones que, precisamente, hacen al ser humano ser quien es.


Si Ellen es la protagonista, Sasha sería el personaje más misterioso de esta novela. Todo parece girar en torno a su desaparición, y poco a poco se irá descubriendo la verdad sobre ella.

Cuesta entender cómo es posible que Ellen, quien cree conocerla mejor que nadie, se ha dejado embaucar por su red de mentiras, pero el amor sincero que siente por Sasha y su lealtad extrema hacia su mejor amiga, le hacen colocarse una gruesa venda sobre los ojos.


¿Hasta qué punto puede alguien influir en nuestra vida y hacer que nos cuestionemos hasta quiénes somos? En Tres pequeñas mentiras se aprecia claramente cómo hasta las personas que parecen más seguras de sí mismas pueden caer en la trampa.


La trama resulta intrigante desde el principio por lo que, si bien es cierto que la historia no es muy compleja, sí está muy bien llevada a cabo para lograr que resulte amena y muy sencilla de leer, ayudando al lector a desconectar y a disfrutar de una historia actual y de denuncia social.


Los personajes están también bien construidos y resultan intrigantes y complejos, especialmente Sasha y Daniel, a quienes no llegamos a conocer del todo.

En cuanto a Ellen, la protagonista, muestra una personalidad fuerte a la hora de perseguir sus sueños, pero resulta muy evidente que su fascinación por Sasha le lleva a dejarse manipular por ella y a defender lo indefendible. Ellen solo ve en su amiga la perfección y desea tanto ser imprescindible para ella, que prefiere renunciar al resto de personas, lo que resulta bastante molesto de leer. ¿De verdad puede merecer la pena renunciar a todo por una persona? Si alguien te quiere de verdad, ¿permitiría que te aislases del mundo? Desde fuera, son claras muestras de control y manipulación, pero para Ellen se disfraza de la más pura amistad y de un cariño sincero.


A nivel general, he disfrutado leyendo esta historia que ha logrado atraparme y ayudarme a desconectar de la realidad, tratando de averiguar la verdad que se escondía entre las páginas de la novela.