Una historia que comienza con una situación dura y traumática que hace que Emma, su protagonista, una persona alegre y luchadora, decida poner tierra de por medio y alejarse de sus problemas, aprovechando la casa de su abuela en un pueblo muy pequeño y tranquilo como lugar donde retirarse a curarse de sus heridas emocionales. Allí conocerá a Gabriel, quien por cuestiones familiares ha tenido que dejar su trabajo y encargarse de una pequeña casa rural, y trabará amistad con Oliver y Gloria. Es una novela preciosa, muy adictiva, (me ha durado dos días), que te atrapa porque es muy entretenida, de lectura sencilla y sin grandes giros, pero que te deja un bonito mensaje, como es el de saber adaptarse a cualquier circunstancia y sacar lo bueno de cada momento. |