La última paloma

La novela comienza en el año 2019,en plenas fiestas patronales de Rota, con el hallazgo del cuerpo de una joven, mutilado de forma brutal y con unas alas blancas cosidas a su espalda. El cuerpo es hallado muy cerca de la base militar en una finca conocida como la casa de Mongoli.
De la investigación se hace cargo Patria Santiago, sargento de la Guarida Civil, junto a su compañero el cabo mayor Sacha Santiago.
Las cámaras de vigilancia de la base no han grabado nada, no hay testigos, pero Patria está convencida de que no es un hecho aislado y que el asesino volverá a matar.
El único hilo del que tirar, la investigación que, la joven estudiante de periodismo, estaba llevando a cabo sobre la desaparición de una joven hace cincuenta años, y que tiene que ver con la llegada de los americanos.
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La novela cuenta con dos hilos temporales principales: uno en el presente que es cuando se producen los crímenes y se desarrolla la investigación y otro en el pasado, en los años cincuenta, en plena dictadura franquista, cuando se construyó la base naval.
Existen además, otros dos hilos temporales secundarios, que nos ayudan a conocer a nuestra pareja protagonista. En uno veremos la infancia de Patria y en el otro, un par de años atrás, la relación existente entre ambos.
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La autora, con una narración muy visual y un ritmo continuo que de vez en cuando esconde un giro argumental totalmente inesperado, logra enganchar y sorprender al lector haciéndole participe de cada paso que se da en la investigación, dosificando pequeñas pistas y secretos que mantienen la tensión y la intriga.
Además tengo que decir que aunque no conozco Rota, no me ha costado visualizar sus calles y situarme, gracias a la labor de documentación y ambientación por parte de la autora. Con descripciones muy directas, nos traslada ”in situ” a los escenarios. Visualizamos perfectamente las escenas, algunas de las cuales te ponen los pelos de punta.
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La novela está escrita en primera persona desde el punto de vista de cada uno de los personajes principales que se van alternando en los capítulos. Así vamos siendo participes de su vida, sus sentimientos, miedos e inquietudes tanto a nivel personal como profesional.
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Patria, sargento de la guardia civil, es una mujer tan cabezota y maniática como valiente .Vive atormentada por un pasado lleno de dolor, secretos y cicatrices que la ha marcado tanto a nivel físico como psicológico. A medida que avancemos en la lectura descubriremos porqué siempre lleva sus manos cubiertas por guantes. Un personaje complejo, al que, en principio, cuesta entender su forma de actuar, pero con el que terminas empatizando.
Sacha por contra es un hombre sencillo que te cae bien desde el primer momento. Firme y leal, siempre esta ahí, sobre todo en los momentos difíciles. Un personaje de los que te enamoran en cuanto aparece.
Luego está la ciudad de Rota, una protagonista más de la historia, y su base naval, punto central alrededor del cual se desarrolla toda la trama. La autora con una excelente labor de documentación nos muestra qué supuso para este pequeño pueblo andaluz la base. Como se encontraron dos culturas muy distintas. Por un lado un pueblo pequeño y aislado, donde todos los habitantes se conocían, con unas costumbres un tanto anticuadas y por otro, una libertad que, atrajo a los más jóvenes en seguida, pero que traía consigo conductas impropias para la época.
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Una historia dura y cruda. Un thriller con pinceladas de novela negra, que nos lleva hasta un pasado oscuro que sesenta años después vuelve a salir a la luz.
Avanzaremos a través de una investigación con muchos puntos oscuros y sospechosos, en la que todos tienen algún secreto que ocultar. Secretos que poco a poco van emergiendo a la superficie hasta el desenlace final de la historia.