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Pocos autores consiguen a lo largo de todo el libro, relatar con ese sentido del humor continuo a.la vez que te transmiten algunos hechos dolorosos o tristes. Los que lo consiguen se ganan mi lealtad para siempre y María Ferrer con este libro, que es el primero suyo que leo, lo ha conseguido. Decir que McKenna me ha cautivado es quedarse corto. Tomó una decisión desacertada en su adolescencia que le ha perseguido siempre, pero prefirió ser honesto y no mentir aunque le pesará durante años. Creo que esa ruptura era algo necesario para seguir cada uno de ellos con su vida y poder reunirse al cabo de los años teniendo claro que su primera opción era la correcta, sin tener que quedarse con la duda de lo que habría sido su vida si se hubiesen quedado con la primera opción. Esto sirve para los seis amigos, no solo para Laura y McKenna, todos hab tenido la posibilidad de elegir pero han vuelto a su elección inicial. Laura esconde muy bien sus inseguridades haciéndose la dura, pero el pasado no ha desaparecido y emerge al primer contratiempo. Es esa explosión la que hace que todo se aclare, que vea a quien tiene delante como realmente es y sepa que el pasado es eso, pasado. Una experiencia que no tiene que condicionar su vida. Me ha entando la reacción de los padres de Laura, tan "antiguos " pero tan comprensivos y cómplices a la vez. Y Claudia, Merce, Félix y J.C. son esos amigos que todos queremos, esos que discutiendo y se ríen día a día contigo. Son de envidiar. Un libro que habla de la amistad y el amor incondicional y que a la vez te hace sonreír y te saca más de una carcajada. El momento Félix llamando "acosadora infantim" a Claudia es inolvidable y no menciono más para no hacer spoiler . Aunque hay momentos difíciles, al final te quedas con una sensación de esas para saborear y releer el libro con más calma. |
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