...No sabía que decir en un mundo donde se odiaba y atacaba a la gente por no ser del color adecuado, no hablar el idioma adecuado, no rezar al dios adecuado o no amar a la gente adecuada; un mundo en el que el odio era el idioma común, y los ladrillos las únicas palabras...
..Lance una última mirada a la madre que nunca se rindió y a la hija pródiga que había encontrado el camino de vuelta a casa, y me dio esperanza que nosotros, criaturas imperfectas, pudiéramos encontrar otras criaturas imperfectas gracias al poder de esa emoción imperfecta que llamamos amor...