Asesino de brujas: Los hijos del Rey

Después del final de la bruja blanca, tenía seguro que leería esta segunda parte ya que me gustó mucho y si bien es verdad que esta parte comienza siendo más lenta que la primera y que hasta la mitad del libro el romance pasa a un segundo plano más adelante podemos encontrar acción e intriga.

La autora explora aquí mucho mejor cómo funciona la magia en este universo y cuáles son los seres sobrenaturales que lo componen y esto fue, para mí, lo mejor de la novela. A través de Lou entendemos qué clase de poderes tienen las dames blanches, cómo está organizado su aquelarre y cuáles son los deseos de Morgane. Sucede lo mismo con las dames rouges gracias a las explicaciones de Coco y a que ambas deben introducirse en su campamento para llevar a cabo su alianza. También aparecen criaturas nuevas como los hombres lobo y los matagots, una especie de demonios que toman la forma de animales y son muy receptivos a la mente de aquellos a quienes acompañan.

Si en el primer tomo las cosas se pusieron duras, ahora todo se vuelve más oscuro y peligroso. En este tomo nos centramos en la búsqueda de aliados para acabar a toda costa con el mal que representa Morgane, nuestros protagonistas se separan y podemos ver la evolución que experimentan por ambas partes. Y si bien es una transición hacia el último libro, no se siente así, de verdad tenemos mucha acción, un desarrollo de historia creíble y con sentido, y se añaden personajes que, en lugar de restar o estar de relleno, hacen que la trama se expanda.

En definitiva, es un libro que recomiendo y que si te gustó la primera parte sin duda esta también lo hará además tiene un final que te deja con ganas de coger ya el siguiente por lo que no tardaré mucho en comenzar el tercero para conocer el desenlace.