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Pasajeros… ¡Bienvenidos al vuelo 79, el primer vuelo de Londres a Sídney sin escalas! Pónganse cómodos y disfruten del viaje. Mina nunca ha tenido miedo a volar, a sus 34 primaveras su trabajo le ha hecho recorrer gran parte del mundo desde las alturas, pero esta vez tiene un mal presentimiento. ¿Serán los nervios por separarse de su pequeña Sophie? Últimamente, la convivencia en casa no está siendo fácil, pero espera que Adam, su marido, sepa arreglárselas con Sophie. Los pasajeros están disfrutando de un vuelo muy agradable en un avión con unas prestaciones increíbles. Todo va sobre ruedas hasta que… uno de ellos cae fulminado. Los nervios recorren el avión, pero Mina y sus compañeros saben cómo actuar en estos casos. Lo que Mina no sabe es cómo actuar cuando en la cartera de un fallecido te encuentras la foto de tu hija pequeña… Una historia con una atmósfera claustrofóbica que te hará vivir durante unas horas muy angustiado. No esperes un thriller con un ritmo frenético, es más, la primera mitad del libro tiene un ritmo bastante lento que me ha parecido muy adecuado para contagiar al lector la angustia del momento y darle realismo al relato. Sin elección es una novela cargada de críticas a la sociedad. Trata temas muy delicados como la violencia de género, el abuso policial o la ludopatía… Hay un tema en particular que me ha resultado muy interesante y es el proceso de adopción de un niño. Para mi gusto, la autora ha descrito a la perfección lo complejo que es tanto el proceso como la adaptación por parte de los pequeños y de los padres. Además, me encanta la reflexión entre líneas que hace, es increíble lo vulnerables que somos las personas, cuando tenemos problemas podemos sufrir manipulaciones, engaños e incluso radicalizaciones sin darnos cuenta, esto es algo que se aprecia en la novela desde el primer momento. El final me parece que está a la altura del resto de la historia y me ha sorprendido bastante. En definitiva, es una historia que me ha entretenido y que os recomiendo para este veranito. |
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