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Kiko es una chica que se muda a un pequeño pueblo huyendo de un pasado de maltrato. A lo largo del libro vamos descubriendo su historia y como ha llegado hasta ahí. Paralelamente en el pueblo Kiko se topa con un niño, al que su familia llama "bicho" que aparentemente también está sufriendo maltrato. Poco a poco se irá formando una hermosa relación entre Kiko y este niño a quien llamará "52". A través de la triste historia de las ballenas de 52 hercios, la autora, teje una narración en la que nuestra protagonista irá sanando las heridas del pasado y hará todo lo posible para que "52" pueda volver a sonreír. Un libro que nos habla de maltrato, de los cuidados, de la familia, de la mujer en la sociedad japonesa, de la soledad, de la vejez, de la amistad, de infidelidad… Lo leí en la lectura conjunta de enero de @literatura.asiatica. Cuándo vi la sinopsis hubo algo que me llamó la atención y quise probar de leerlo, aunque tenía mis reparos de si me iba a gustar por la temática que trata. Sin embargo, me ha sorprendido muchísimo, me ha gustado como trata estos temas tan duros, pero a la vez es una historia narrada con mucho tacto y sin excesivo dramatismo. Me ha gustado también el personaje de An San, aunque su historia me ha parecido tremendamente triste. Me da pena no poder hablar más de este libro sin hacer spoiler, pero os animo mucho a leerlo, ya que seguro que no os dejará indiferentes. A mi me ha llegado muy adentro y creo que la historia va a quedarse mucho tiempo en mi mente. "La ballena de 52 hercios. Dicen que es la ballena más solitaria del mundo. A pesar de que no hay duda de que su voz resuena en el vasto mar, no hay ningún compañero que pueda recibirla (…) Ahora mismo está cantando en algún mar para hacer llegar su voz, esperando otra voz que nunca le llegará" |
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