No se debe renunciar con facilidad solo porque te digan que es imposible. Si no sabes algo, pídele a alguien que te enseñe.
|
No se debe renunciar con facilidad solo porque te digan que es imposible. Si no sabes algo, pídele a alguien que te enseñe.
|
Aún así, sin importar lo que me hiciera, deseaba que me abrazara una vez más. ¡Ojalá me abrazara fuerte y me dijera "Te quiero" como aquel día! Entonces soy capaz de olvidar todo lo detestable. Sólo con un beso puedo borrarlo todo. Por eso, ¡dime que me quieres! Eso era lo que deseaba. Sin embargo, mi madre se negaba a verme. Tal vez ya no era necesaria para ella. Lo sabía, pero no quería reconocerlo. Por lo tanto, me sentí sola durante mucho tiempo. Siempre me sentía sola y quería que me amara. |
An San me encontró. Y me salvó. ¿Es posible que exista una persona que pueda depositar su simpatía incondicional en una mujer a la que acaba de conocer?.
|
Sin saber cuándo y cómo, ya me había resignado. Miraba vagamente la luz de la luna que entraba por la ventanilla y comenzaba a hablar con sigilo a alguien igual que yo bajo la misma luz. Alguien que, como yo, se encontraba solo. Creer que esa voz podría llegarle a alguien me bastaba para salvar un poco mi corazón. Mi yo de aquel entonces levantaba la voz de 52 hercios.
|
Eche un vistazo a su cara. Desprendía mi mismo olor. Era el olor de la soledad, ese olor que denota que no ha recibido el afecto de sus padres. Deduje que era ese olor el que le quitaba las palabras. Este olor es muy complicado. Por mucho que lo laves con esmero, no desaparece. El olor de la soledad empapa el corazón, no la piel, ni la carne. |
¿En qué época se desarrolla la historia?