-Has vuelto a dejarme ¿verdad? Siempre puedo notarlo. Tus ojos se vuelven opacos, fríos. Se levantó. -Muy bien, te dejaré en paz. Pero escúchame bien, un día encontraré ese corazón que has enterrado tan lejos del mundo. -¿Y qué harás con él si lo encontraras? -Lo mantendría a buen recaudo para que el dolor que lo ha manchado nunca más pudiera llegar a él. |