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Hay autores que te enamoran y cada una de sus obras acaba por robarte el corazón. Sarah me conquistó muchos años con Trono de cristal y desde entonces ha seguido enamorándome cada vez más. Este libro me ha cautivado y encantado. Llevaba las expectativas por las nubes ya que ACOMAF fue difícil de superar, pero esta tercera parte, con la culminación de todos los sucesos de la trilogía, ha estado al mismo nivel que su antecesor. La historia me ha encantado, como las piezas van cayendo una a una hasta que todo encaja. Hasta que ves la magnitud de lo que estaba ocurriendo desde el principio para terminar aquí, en este final agónico y hermoso. Los personajes son todos perfectos. Hacía tiempo que no lograba conectar con todos los personajes, que todos se ganaran un trozo de mi corazón y me hicieran emocionarme tanto. A todos y cada uno de ellos los llevaré en mi corazón, hasta los más inesperados personajes que cobran protagonismo y un papel fundamental en esta novela. He reído leyendo este libro, me he enfurecido soltando improperios mientras leía, se me ha roto el corazón hasta el llanto. Por todas las emociones, las ganas de leer que me ha dado esta novela después de meses de bloqueo lector y por este final, para mi ha sido perfecto. Siento que necesito releer la trilogía al completo, de nuevo, para poder hacer una reseña coherente sin tantos sentimientos y sin entrar en modo fangirl. Hasta entonces, leed estas novelas si os gusta la fantasía, los mundos ricos en detalles con ambientaciones asombrosas, los giros inesperados y una historia de amor épica. |
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