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Bryce Quinlan tenía la vida perfecta hasta que un demonio asesinó a sus amigos y la dejó vacía, herida y sola. Hunt Athalar es un ángel caído, esclavo de los arcángeles a los que una vez intentó destronar. Mientras Bryce y Hunt investigan en las entrañas de Ciudad Medialuna, descubren dos cosas: un poder oscuro que amenaza todo lo que desean proteger y una atracción feroz que podría liberarlos a ambos. Este libro tiene varios problemas, sobre todo si has leído la saga de Una corte de rosas y espinas. Las comparaciones son odiosas, pero las semejanzas entre los protagonistas y muchas situaciones que suceden en ambos libros me hicieron fruncir el ceño en demasiadas ocasiones. Además de hacer que la experiencia sea peor, esto hace a los protagonistas más predecibles y la lectura más aburrida. El otro problema del libro es que TODOS los personajes no piensan en otra cosa que no sea el sexo... Incluso en momentos en los que no tiene nada de sentido. La narración es adictiva, me enganche y me leí el libro en un suspiro, a pesar de su longitud. Pero eso no significa que esté bien escrito. Tiene muchos momentos innecesarios e incluso bochornosos, a veces las conversaciones son irreales y el estilo en este libro no me acaba de convencer. Aún así tiene cosas buenas. El mundo me parece muy interesante, con magia y tecnología conviviendo, distintas razas y una nueva mitología. Me ha llegado a emocionar en algunos momentos y tiene buenos personajes secundarios. Si te ha gustado Una corte de rosas y espinas, posiblemente te guste este libro, a pesar de todo lo malo. Tiene un ritmo muy dinámico que hace la lectura fluída y este nuevo mundo parece muy interesante. Veremos con qué nos sorprende Sara J. Irbis. |
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