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El libro en general no defrauda. Sarah J. Maas, como ya nos tiene acostumbrados con sus anteriores libros, define mucho a sus personajes, adentrandonos en sus historias, en sus vidas y en los porqués que los rodean, haciendo con ello que vivamos de una forma más realista cualquier cosa que les ocurra durante la historia. Si bien es cierto que durante la lectura de este libro he sentido un ritmo lento, tenía esa sensación de que no avanzaba demasiado. Se que para poder llegar a un gran final (y vaya final!), es necesario tener un alto nivel de detalles de lo que está ocurriendo para que todas las piezas encajen. Pero sigo pensando que se podría haber desentrañado a un ritmo más rápido y no esperar a las últimas 150 páginas de la historia dentro de un libro de más de 800 páginas. Pero, se perdona por el gran final que nos regala Sarah en este libro, que te deja con la boca abierta y con ganas de devorar el siguiente. Sobre los personajes, se ve la evolución de todos ellos, aunque de alguna forma me hace pensar que Bryce debería pasar de página respecto a Danika, ya que todas sus acciones vuelven a estar supeditadas a ese personaje debido a que Bryce no puedo superar aquello que le ocultó y a su amistad. Tharion y los amigos de Ruhn me encantan y consiguen sacarme más de una sonrisa!! |
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