Samarcanda

De la mano de Amin Maalouf y siguiendo el rastro de un manuscrito perdido nos adentramos en esa Persia medieval rodeada de un halo de leyenda. En esta novela histórica, porque eso es lo que es, conoceremos, entre otros, al gran poeta persa Omar Jayyán y sus "Rubbaiyat", al gran visir Malikxah y al no menos misterioso e inaccesible Hassan Sabbah, cuya fortaleza Alamut, siempre ha sido objeto de fábulas llegándose a convertir en un auténtico mito. de forma magistral el autor describe la ciudad de Samarcanda, una ciudad, la original que ya no existe y nos hace partícipes de su visión de todo lo que pudo ocurrir en esa época lejana. Comienza la novela en el siglo XX para luego llevarnos al medievo y encandilarnos con poemas a la luz de la luna. Pero también nos muestra la crueldad, las conspiraciones, los juegos de poder y la falta de libertad para decir lo que uno realmente desea. La lectura es muy agradable y quien ha leído a Maalouf lo sabe. Te lleva sin remedio a esos lugares de la memoria que cualquiera quiere retomar o por el contrario te abre un camino totalmente nuevo a esas historias desconocidas que al lector le incitan a seguir buscando e indagando. Porque una cosa está clara, después de leer “Samarcanda” ¿a quién no le apetece deleitarse con las famosas rubbaiyat de Jayyán?, ¿a quién no le apetece conocer la verdadera historia de Sabbah y su secta de los asesinos? Pues esta es unas de las cualidades que tiene la lectura de este libro y por tanto de su autor, que tienes deseos de saber más, de seguir investigando y de esta manera llevarte a otras lecturas igualmente placenteras.
Algo que consigue esta historia son los deseos de seguir leyendo a este autor y de profundizar sobre un territorio que a lo largo de los años y de la historia siempre ha sido controvertido. Un territorio y una cultura, que a pesar del tiempo transcurrido, son objeto de análisis y debates para el resto del mundo pero que sigue rodeado con ese halo de misterio con el que se rodean los relatos de Oriente. La recomiendo sin dudarlo.