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Desde hace algún tiempo sigo a la autora por las redes, y tenía muchas ganas de estrenarme con ella. de entre todos sus libros, Fuegote (nombre que utiliza Myriam para referirse a esta novela) era el que más me llamaba la atención por dos razones: 1. es un urban fantasy (género que me encanta) y 2. tenía pinta de ser un libro que podía servirme para aquellos momentos en los que estuviera más saturada de lo normal. Precisamente, hace dos semanas, tuve unos de esos momentos y aproveché para leerlo. Y he de decir que, aunque me ha resultado entretenido, me esperaba algo más de él. Quizá, esto se deba a que tenía las expectativas por las nubes y eso me ha jugado una mala pasada. Como ya he mencionado anteriormente, Prende fuego a la noche de Myriam M. Lejardi ha sido una novela que me ha resultado entretenida —en general, he disfrutado leyéndola—, pero me esperaba muchísimo más de ella. Esto se debe, principalmente, a que la forma en la que se desarrolla la trama no ha terminado de convencerme, y eso que parte de una premisa que, bajo mi punto de vista, es bastante atrayente: novela de vampiros (y otras criaturas sobrenaturales), ambientada en Madrid, con personajes LGTB+, cuyos protagonistas tiene que huir, junto con una humana, porque se han metido en un lío bastante gordo con la élite que gobierna su mundo. ¿Cuál es, entonces, el problema? Que, aunque el libro parte de una muy buena premisa, llega un momento en el que la trama se desinfla; todo se torna muy repetitivo (sobre todo, la parte en la los protagonistas están huyendo) e, incluso, tedioso. Realmente, el libro tiene un principio muy potente, muy explosivo, que me cautivó por completo; era un inicio que tenía tanto enganche que me era imposible parar de leer. Estaba absorta con la historia, y, si a eso le sumas unos personajes también muy potentes y carismáticos, la novela tenía todas las papeletas para convertirse en una muy buena lectura. ¿Qué es lo que ocurre para que esto no haya sido así? Básicamente, que una vez pasado este principio tan explosivo (más o menos pasadas unas 150 páginas aproximadamente), sentí que la trama se desinflaba, es decir, que perdía potencia. Obviamente, entiendo que, en una novela, suelen sucederse momentos de más tensión con aquellos que son más pausados. Hasta ahí bien. El problema que he encontrado en esta novela es que la historia se torna muy repetitiva, tediosa, y llegó un punto en el que noté que no estaba ocurriendo absolutamente nada. La trama se había estancado y, aunque las últimas páginas de la novela también son explosivas y llenas de giros argumentales muy buenos, me era imposible volver a engancharme a la historia como lo había hecho al inicio. Por otro lado, la ambientación está muy bien desarrollada y ejecutada. Así pues, en la novela nos encontramos con una gran variedad de criaturas sobrenaturales: vampiros, hombres lobo, fantasmas, hadas, cambiaformas, banshees… Asimismo, la concepción que tenemos aquí, en esta novela, del vampiro es, quizás, más clásica de la que estamos acostumbrados a ver en la narrativa contemporánea: beben sangre humana, solo pueden salir por la noche, el sol les quema, etc. No obstante, la autora también se encarga de añadir un par de notas originales a esta concepción más clásica del mito. Por otra parte, otra cosa que también me ha resultado interesante es el hecho de que el mundo sobrenatural está gobernado por una especie de "gobierno" que se hace llamar la Colmena que, básicamente, se encarga de controlar (y de otras cosas más turbias) las demás criaturas. Este "gobierno" está conformado por unos seres que son indestructibles, poderosos, de los que me hubiera gustado conocer más, pero, más allá de eso, la ambientación está bastante bien para ser un libro autoconclusivo. En cuanto a los personajes, debo decir que están muy bien construidos y desarrollados. Son personajes muy potentes, explosivos y carismáticos. Los amarás o los odiarás (o las dos cosas a la vez), pero no dejan indiferente a nadie. En primer lugar, tenemos a Vail, una joven vampira con las ideas claras, fuerte, luchadora e independiente, y muy intensa. Demasiado intensa. Después tenemos a Cian, el mejor amigo vampiro de Vail, y, quizás, sea el personaje más complejo de toda la historia; mentiroso, caótico, misterioso, con Cian nos llevaremos más de una sorpresa. Y, por último, tenemos a Gabriela que, para mí, es el personaje menos carismático de este trío, pero eso no quita de que sea valiente y decidida. En definitiva, Prende fuego a la noche de Myriam M. Lejardi ha sido una lectura entretenida, pero me esperaba algo más de ella (las expectativas me han jugado una mala pasada). La autora escribe sumamente bien, pero me ha fallado algo tan esencial como es la trama que, en ocasiones, se me tornaba muy repetitiva, a pesar de tener un principio y un final muy explosivos. Eso sí, tanto la ambientación como los personajes están muy bien desarrollados y ejecutados. Reseña completa: https://labibliotecadeairin.blogspot.com/2022/05/resena-63-prende-fuego-la-noche-myriam.html#comment-form. |
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