El mono del hielo

El mundo contemporáneo del terror, la fantasía y la ciencia ficción está repleta de grandes nombres que vamos descubriendo lentamente. Un autor, una reseña o un libro, nos acercan a explorar y descubrir escritores bien considerados. Esto me pasó con M. John Harrison.

Llegué a él a través de un youtuber que me gusta muchísimo y que me ha ayudado en mi viaje por estos géneros y también por el de la novela gráfica. Este señor siempre recomienda libros de relatos (mucha gente se interesa más por las novelas). No sé si soy gran lectora de cuentos, pero es un género que cada vez me atrapa más, y qué mejor que un libro con estas características para ir conociendo a un autor del que no sabía absolutamente nada.

M. J. Harrison es una autor inglés que tiene a sus espaldas los premios Arthur C. Clarke (2007) y el Philip K. Dick (2007). le ha entrado a todo lo relacionado con el mundo de las letras: editor, bloguero y encargado de reseñas para grandes periódicos de habla inglesa. Su trabajo se ha desarrollado dentro de los géneros de la ciencia ficción y el terror (al que le ha agarrado más gusto en los últimos años).

Este libro nos ofrece una colección de siete cuentos llenos de imaginación, ambigüedad y desconcierto. Siete historias cuyo hilo conductor es la relación que establecen los protagonistas con personajes extraños que rompen su realidad, que los someten psicológica y emocionalmente de alguna forma hasta transformarlos y hacer que miren lo que les rodea, lo que sienten, lo que son, desde otra perspectiva, desde un enfoque distinto.

De este libro destaco dos cuentos: El mono del hielo y Egnaro. El primero por la desazón que genera al mostrarnos cómo el olvido llega con facilidad. Cómo nuestras vidas, lo que somos, se desvanecerá rápidamente en el tiempo. El miedo a no trascender.

Egnaro, el mejor de todos. La historia por la que vale la pena dedicar tiempo a este libro. Un relato que no voy a olvidar. Quizás recibí el mensaje secreto y ahora voy por la vida buscando Egnaro. Me detengo en las cosas que parecen triviales. Escucho e intento interpretar lo que dice la gente; miro con atención la etiqueta del champú, la caja de los cereales, el anuncio de compresas de la tele y el estado del tiempo. Cualquier cosa que me lleve a descubrir Egnaro.

Este cuento es el más concreto, pero también el más intenso. Es una historia que jala del lector, que seduce en su argumento. No sé si fue escrito después que el resto, pero se nota una contención que agradezco porque eso hace que el golpe de efecto sea mayor. Creanme, es difícil usar el término “contención” cuando se trata de este libro. Con Egnaro Harris logró callar un poco su pluma, hacer que sus ideas brillaran por sí solas. Se percibe una historia más madura, más pensada.

Otras historias de El mono del hielo:

La humanidad descubre a Dios en la cara oculta de la luna y este “baja” a Reino Unido para construir una super carretera (El mundo a medida). Un hospital cura a sus pacientes a través de unos rayos. El tratamiento esconde un oscuro secreto (Los nuevos rayos). Un compañero de habitación de la universidad regresa a la vida de un hombre para atormentarlo (El descenso)…

Todas y cada una de las historias atraen enormemente en su fondo, pero el gran problema de Harrison en todas ellas es que le costó entender que “menos es más”. Harrison no supo, o no quiso, cortar por lo sano. Toda la belleza que nos regala su imaginación se pierde en una verborrea sin sentido que no aporta nada a la historia, que enreda, que hace que nuestra cabeza se pierda y comience a pensar en otra cosa.

Sentimientos encontrados.

El mono del hielo vale la pena, no puedo negarlo, pero hay que tener paciencia infinita para leer gran parte de estas historias y ser indulgentes con una pluma a la que le cuesta mucho parar.

Voy a regresar a Harrison, al Harrison más contemporáneo. Quiero saber si los años le han ayudado a separar la paja del oro (porque hay oro en su imaginación y se le ocurren una cosas increíbles). Solo por Egnaro quiero volver y saber qué ha sido de este escritor tan peculiar, tan ocurrente. Quiero descubrir si fue capaz de amarrarse la mano de vez en cuando en favor de sus propias creaciones.

Hasta la siguiente lectura.