Diario de una bordadora

Srta. Lylo antes de ser srta. Lylo era “solo” Loly, antes de que el bordado se cruzara en su vida. Antes de que llegara para salvarla. Así, Loly y su alter ego, que son ambas dos caras maravillosas de la misma moneda, narran en ‘Diario de una bordadora' una experiencia vital, la de cómo entre aguja e hilo, encontró refugio, alegría y compañía en un momento dónde necesitaba algo a lo que agarrarse.
 
Es difícil no conmoverse y sacar mucho de lo que pensar de la historia personal que cuenta la autora, más allá del bordado. La experiencia de intentar ser madre y no lograrlo es un camino doloroso y solitario que muchas mujeres recorren, donde se somete el cuerpo a tratamientos, mientras la cabeza libra su propia batalla y con todo, la vida sigue. Un texto sincero y valiente, abrirse en canal así, exponerse y compartir es mostrar la vulnerabilidad propia que nos enseñan desde pequeños a esconder. Describir procesos dolorosos y revivirlos no puede ser algo fácil y, aún más duro, poner sobre el papel sentimientos de los que no sentirse orgullosa, como la envidia de ver otras mujeres con sus bebés, cuando tú no puedes. 
 
Un libro bellísimo en palabras y en imágenes, decenas de bordados de Loly llenan las páginas y acompañan a los textos. Importante e inspirador, duro y luminoso. Loly se convertirá seguro en referente y compañera para muchas mujeres que pasen por lo mismo que ella. Un paseo por una vida que empieza siendo ajena, pero que según lees pronto se convierte en una conversación con una amiga, a la que abrazas y escuchas porque no puedes hacer más que eso, estar.
 
¿Y qué hay del bordado? Pues mira, si estás buscando una nueva actividad-refugio, este es tu libro también. Imposible no querer iniciarse en este arte, tras recorrer estas páginas, tras verte en otras mujeres que en hicieron magia con los hilos. Además, información para iniciarse en el bordado, el libro también incluye la historia de varias mujeres geniales cuya vida no puede separarse de las agujas: Jane Austen, Louise Bourgeois, May Morris…
 
‘Diario de una bordadora' ha llegado a mí en un periodo que no recordaré como el mejor, pero me ha abierto la puerta a un mundo que me da paz y se convierte en un regalo que lo olvidaré nunca.
 
Es un libro, pero se siente como un abrazo.

"Diario de una bordadora" es una avalancha de emociones; un libro capaz de hacer reír y llorar casi al mismo tiempo. Srta. Lylo puntada a puntada y párrafo a párrafo nos habla de la vida, de su vida, y de como está es un ir y venir de sabores y sinsabores.

Para Loly Ghirardi, la mujer que hay detrás de Srta. Lylo, el bordado fue su salvavidas. En el peor momento de su vida, acababa de enterarse de que no podía ser madre, los hilos y el bastidor se cruzaron en su camino. En el bordado encontró su refugio, su medio para sanar y una nueva forma de relacionarse con otras mujeres.

Un relato de resiliencia, tierno y delicado, que se mezcla con los de otras bordadoras como Jane Austen y May Morris, hija del fundador de la casa Morris&Co y el talento oculto de la empresa. Un realato en el que también hay datos históricos, como los que nos hablan de su origen y de cómo el bordado fue utilizado por las sufragistas como medio de reivindicación política.

"Diario de una bordadora" es un libro sanador. Es buena energía, optimismo y sororidad. Es una vida sin tapujos y un gran derroche de generosidad.

No quiero cerrar la reseña sin hablar de la edición. El cuidado y el mimo que han puesto la autora y la editorial es claramente palpable. Las ilustraciones son preciosas y súper vibrantes. Auténticas obras de arte trasladadas al papel.

Gracias Babelio por poner este libro en mi camino. Gracias Lumen por el envío y gracias Srta. Lylo por darnos esperanza.

Srta Lylo nos va a meter de lleno en el mundo del bordado, y Loly paralelamente nos va a contar su historia, una historia triste sobre la maternidad, sobre querer y no poder, sobre caerse y no poder levantarse, hasta que ambas se cruzan y el bordado ayudará a Loly a superar esa tristeza que la invadía día a día y de la que no sabía como escapar.

Es difícil no meterse de lleno en su mundo cuando ella se está abriendo en canal para nosotros, sin duda es complicado ponerse en el lugar de todas esas mujeres que recorren ese camino para intentar ser madres tras intensos tratamiento hormonales, tras múltiples abortos y tras un sinfín de pruebas que no solo hacen mella en su cuerpo si no también en su mente.

Loly ha sido muy valiente al querer contarnos su historia no solo de dolor si no de salvación, la salvación que encontró a través de un arte tan antiguo como el bordado que unió a tantas mujeres a lo largo de los tiempos. de hecho nos da algunos ejemplos como Jane Austen, Louisa Pesel, May Morris y Louise Bourgeois.

Y además entre medias de todo eso pequeños textos donde nos habla de curiosidades que me han parecido realmente interesantes:

“El nushu, que en chino significa literalmente , se transmitía principalmente de madre a hija y se practicaba entre hermanas y amigas que se reunían para cantar en esa lengua y bordar caracteres en abanicos, pañuelos, cartas, piezas de ajuar y sanzhaoshu, votos dirigidos a la novias tres días después de la boda. Eran secretos bordados. Historias que cada mujer dibujaba con sus propias manos.”

No pueden faltar los datos sobre como realizar técnicas de bordado y un montón de ilustraciones preciosas de su trabajo que dan a este libro el color necesario para transmitirnos calidez en medio de toda la tristeza.

Sin duda me ha cautivado, me parece que tiene un gran trabajo detrás y que el resultado final es un libro realmente completo que habla sobre la vida, sobre mujeres y sobre un arte que no conocía mucho, entremezclándolo todo de una forma maravillosa.

“…Pero también había en mí algo nuevo, un sentimiento desconocido que había nacido con aquel primer dolor y que yo nunca había sentido: la frustración de que, por primera vez, no todo ocurría como yo quería.”

"Diario de una bordadora" es un libro lleno de sensibilidad, la autora, Srta Lylo, cuenta su dolor ante la imposibilidad de ser madre y como el mundo del bordado le ayuda a canalizar ese dolor y a reconducir su vida.

Es un diario con una historia sobre el mundo del bordado, lleno de textos y bordados con mucho color que reflejan el estado de ánimo de la protagonista y con una historia personal, expone un tema muy delicado pero con muchísima sensibilidad y con el bordado creó una comunidad con personas muy distintas que comparten experiencias y se ayudan.

Por un lado, tiene algunas páginas con información sobre la historia de las agujas, hilos, tejidos, ..., y algunas páginas con información útil para iniciarse en el mundo del bordado y por otro lado, cuenta la vida de algunas mujeres que destacaron en sus profesiones y desconocíamos que su vida también estuvo relacionada con los hilos y las agujas... Jane Austen, Louise Bourgeois, Louisa Pesel, ...

Es un libro con muy pocas páginas pero lleno de emociones que nos harán llorar y reír y, solo con el inicio, "A mí, el bordado me salvó", ya sabemos que vamos a encontrar una historia de superación.

Fue un regalo, un acierto!!!.

«No hay que exigirse tanto, pensaba, y lo aplicaba en el bordado, pero no en la vida»
 
La maternidad frustrada. «Cuando se quiere ser madre, la visita al baño podía ser un pequeño triunfo o la peor de las derrotas. Fue uno de mis secretos mejor guardado». Una maravillosa forma de contar una experiencia, un testimonio, cómo metabolizar la frustración de no ser madre. Un deseo, que no formaba parte en un principio de las prioridades, pero de repente se convierte en necesario. Algo natural, que marca una vida. Y aquí llega el valor de esta obra, la manera de afrontarlo.





                Todo el mundo tiene algo que opinar, pero la ansiedad por ser madre no necesita de opiniones…, no pasa nada, no eres ni la primera mujer ni serás la última, estas y otras como, los hijos están sobrevalorados y te lo digo yo que tengo tres, es mejor adoptar un perro, lejos de animar, cargan de culpa. Loly no solo pensaba en ser madre, sino en hacer padre a su pareja. No es fácil para ninguno de los dos. Hay que sanar, aligerar el peso de esa mochila.
 




«Bordar una forma íntima de liberar la ansiedad»
 
Pintar, esculpir, escribir…, bordar, una expresión de nuestra alma. La creatividad como terapia. Lo que no se puede expresar con palabras, se hace en cada puntada. Liberación. «En el bordado la frustración es una enemiga implacable», pero Loly no iba a dejar de bordar por la culpa, por apretar el hilo, por fruncir la tela, por elegir mal los colores o por lo que fuera. Bordar se convierte en un refugio, y allí aprendió a disfrutar del error, siendo estos grandes maestros.
 
                Me ha gustado tanto este libro.