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La vida de Elin, una médica de cabecera que ha superado la barrera de los cincuenta años, se encuentra en un punto muerto. Su trabajo, su marido y su vida aparentemente perfecta parecen no ser suficientes para ella y así, hastiada por la monotonía de su rutina profesional y personal, pasa los días y las noches en su consulta tras haberle sido infiel a su marido. Además, el cansancio de los años ha hecho que el trato con sus pacientes se haya vuelto tremendamente sincero -a veces demasiado-, sin ningún tipo de hipocresía y carente de interés. “¿Por qué quienes lo tienen todo no son tan felices como deberían?”, me pregunto con esta novela. Tanto Elin como sus pacientes reflejan cierta insatisfacción y, al parecer, fue esta la misma premisa la que llevó a la autora de esta novela a desarrollarla en profundidad. No es una reflexión demasiado inusual para una persona que vive en uno de los Estados de Bienestar más admirados a nivel internacional pero cuya tasa de suicidios es de las más altas del mundo. La protagonista atraviesa una fuerte crisis que no es capaz de compartir con nadie. Ante ella se abre, como un nuevo abismo entre la juventud y el comienzo de la decrepitud, la frontera de los cincuenta. “¿Qué pasaría si…? ¿Qué hubiera sucedido de no responder a ese mensaje? ¿Y si no hubiera dejado a...? Todas estas incógnitas del pasado vuelven a su mente al mismo tiempo que las ataduras de la edad se nos muestran inútiles y carentes de sentido. Y todo ello, bajo un tono irónico que choca contra el ‘márketing de la felicidad' hace de esta novela una sátira cruel y muy bien planteada sobre el deseo que habita en el anhelo y la nostalgia. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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