Sinceramente, esperaba encontrarme un libro con toques cómicos y crítico con la sociedad actual, pero no lo que me he encontrado. Lejos de caer en lo lacrimógeno y sensacionalista, la autora nos invita a entender a su protagonista de una manera natural: con sus defectos, sus deseos y sus miedos. Y creo que eso es lo que me ha gustado. Qué no pretende dar pena y que sólo quiere mostrar a una mujer real en su vida cotidiana - con sus idas, venidas y rayadas. Todo ello acompañado de una visión sarcástica sobre el paso del tiempo, la monotonía, la gente hipocondríaca, los vecinos pesados y la necesidad de crearse una sus propios problemas para poder llevar adelante una vida aburrida sin sobresaltos. Sea como sea, lo recomiendo y todas las opiniones positivas están justificadas. |