La vida en un minuto

"La vida en un minuto" es la historia de Daniel y Julia, dos personajes muy diferentes que viven en la España de la posguerra y que por motivos bien distintos deciden marcharse de Madrid. El destino hará que se crucen en un tren correo expreso que nunca llegará a su destino debido a un accidente ferroviario en Torre del Bierzo, un pequeño pueblo de León, un hecho histórico totalmente real del que yo personalmente no había hablar jamás (como de tantos otros supongo) y que me temo también debió pasar medio desapercibido para la gente en aquel entonces, ya que el franquismo se ocupó de ocultarlo al máximo y de silenciar a los periodistas.

Como os decía, los protagonistas de la novela son muy diferentes y me han encantado ambos porque es muy fácil ponernos en su piel. Daniel procede de una familia sefardí que se marchó de Grecia y se asentó en el Bierzo, pero Daniel tuvo que marcharse de su hogar por motivos que no os contaré, y que todavía tras la guerra le persiguen, pero aún así, cree que debe volver al Bierzo, donde está su casa, la casa Ladina, aquella cuya llave guarda como un tesoro, al ser lo último que recibió de su padre.

Por otro lado tenemos a Julia, "Julita" para su madre y su novio. Ella vive en el barrio de Salamanca y procede de una familia acomodada, aunque hayan visto tiempos mejores. Julia es una chica guapa, con ganas de aprender, de estudiar, de saber, aunque no estuvieran bien vistas esas inquietudes en una mujer en aquella época, una época donde la máxima aspiración de cualquier mujer debía ser casarse y ocuparse de su hogar, su esposo y sus hijos, así al menos lo entienden tanto Jorge, su novio como Trinidad, su madre, a quien por cierto, y aún sabiendo que las circunstancias y la época eran las que eran, he tenido ganas de morder el pescuezo mientras leía cómo le hablaba a su hija e intentaba convencerla de que hiciera justo lo que la muchacha no quería hacer.

Estoy siendo muy enigmática, me temo, pero mejor así. El caso es que como hace más de diez años que no viajan a Galicia, Julia y su madre deciden que es el mejor momento para hacer una visita a la familia y además creen que marcharse de Madrid unos días le vendrá bien a Julia y le ayudará a valorar su situación y tomar decisiones.

Por qué los caminos de Daniel y Julia se cruzan en el tren, a pesar de viajar en clases muy distintas, no os lo voy a decir, pero sí os diré que gracias a ese viaje la vida de ambos dará un giro de ciento ochenta grados que ninguno de los dos (ni el resto de pasajeros de ese desafortunado tren) podía imaginar.

Sinceramente me ha encantado esta novela. Me han gustado muchísimo Daniel y Julia, pero también los personajes que los rodean, aunque alguno no haya sido santo de mi devoción. Todos están muy bien retratados y resultan fáciles de imaginar en un entorno real. También me ha gustado muchísimo cómo el autor trata y narra el último y fatídico viaje de este correo expreso que terminó su viaje en ese túnel número 20 del Bierzo de la peor forma posible.

Me ha encantado el retrato de esa España de posguerra, tanto en los escenarios por los que se mueve Daniel, un superviviente de la guerra que malvive en un parque como puede, como los que transita Julia, mucho más lujosos sin duda, y que sin embargo hacen que se sienta "prisionera" en una sociedad que no ve con buenos ojos tener aspiraciones diferentes a las "correctas". También me ha gustado cómo opta el autor por alternar durante la narración, la historia de Julia con la historia de Daniel y todo lo que va ocurriendo en el tren a lo largo del viaje y en cada una de sus paradas, mientras en Madrid, el tío de Julia se entera del accidente y pone rumbo al Bierzo con el corazón encogido.

He disfrutado esta lectura de principio a fin y me ha gustado todo en ella (especialmente su final), al punto de que no me hubiera importado que siguiera durante muchas páginas más. "La vida en un minuto" es la historia de una tragedia, de muchas casualidades, de sueños personales, una historia donde el destino y azar tienen mucho peso, pero en la que se puede ver luz al final del túnel y nunca mejor dicho, al menos en este caso.

Si ya imaginaba que José Antonio Lucero tenía que ser un gran comunicador a través de la cámara por ese canal tan exitoso que tiene en Youtube llamado "La cuna de Halicarnaso", os puedo confirmar que también lo es cuando opta por la literatura. "La vida en un minuto" me ha atrapado desde el primer momento y me ha sabido a poco y estoy segura que volveré a leer a este autor en cuanto tenga oportunidad.

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