Esta novela corta me recordó mucho a "El color que cayó del cielo". La narración no transcurre en la Antártida o en el desierto de Australia, sino en Vermont, Estados Unidos, y nos presenta a un protagonista habitual en las historias de Lovecraft: un profesor universitario, culto y refinado, que es atraído a una serie de fenómenos misteriosos en las montañas de la región, hogar de una raza extra-terrestre. Estos seres acechan y acosan a un granjero que vive aislado-otra similitud con "El color..."-y sus objetivos son insondables, pero sabemos que adoran a algunas de las deidades de la mitología Lovecraftiana. Un excelente híbrido de ciencia ficción y terror.
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