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El llamado de Cthulhu de H.P. Lovecraft es un breve relato de horror y consta de tres partes. Ilustrado por Daniel Silva Páramo en esta edición del Fondo de Cultura Económica Vientos del Pueblo. En Horror en arcilla, el narrador nos habla de cómo se involucro en un asunto investigado por su tío abuelo George Gammell Angell Brown en Providence, Rhode Island. al fallecer, revisando las pertenencias encontró una caja cerrada que posteriormente abrió al encontrar la llave en el llavero personal del finado; contenía una figura de arcilla con la imagen de un ser desconocido y al fondo unos jeroglíficos, también estaban notas tomadas por el profesor Angell mencionando al inspector John R. Legrasse de New Orleans, H.A. Wilcox de Rhode Island y del profesor Webb. Wilcox visitaba al profesor Angell para hablarle de sus experiencias oníricas en ciudades ciclópeas de enormes bloques y monolitos, y los sonidos Cthulhu y R'yleh escuchados en esos sueños. El 23 de febrero, Wilcox no visitó al profesor debido a una extraña fiebre de la cual se recuperó hasta el 2 de abril. En la segunda parte, El relato del inspector Legrasse, el narrador nos cuenta de una reunión de la Sociedad Arqueológica Americana en 1908 en la cual participó el profesor Angell así como el inspector John Raymond Legrasse de New Orleans quien llevaba una estatuilla aparentemente antigua y de origen desconocido, representaba un monstruo semejante a un pulpo, de cuerpo escamoso, enormes garras en las patas delanteras y traseras, y alas estrechas en su espalda. El profesor de antropología William Channing Webb de la Universidad de Princeton había estado involucrado en una expedición en Groenlandia en donde encontraron una tribu cuyos rituales eran extraños y adoraban a un tornasuk o antiguo demonio similar a la estatuilla presentada en la reunión. A su vez, el inspector Legrasse refiere su encuentro con un grupo de personas aparentemente relacionadas con vudú en New Orleans; los encontraron en una ceremonia de adoración y con los cuerpos de personas desaparecidas recientemente en el lugar, el inspector y los policías interrumpieron el espectáculo arrestando a algunos de ellos. Legrasse tomo la horrible imagen e interrogó a los detenidos. El ídolo era Cthulhu y nadie entendía los jeroglíficos grabados en ella. En La locura que vino del mar, tercera y última parte, estando de visita en Paterson, Nueva Jersey, el narrador encuentra una nota acerca de un barco abandonado y encontrado en alta mar. Era el Vigilant de la compañía Morrison, desviado de curso y avistado el 12 de abril; solamente se encontró un sobreviviente, Gustaf Johansen, y el cuerpo de otro hombre. Johansen, oficial de segundo del Emma, describió su encuentro con el Alert y la batalla con ellos. Tomado el Alert, continuaron su viaje y desembarcaron en una isla sin registro. Hubo un punto en la historia totalmente desconocido por Johansen, ni siquiera se enteró de la muerte de su compañero. Aunque no es la primera vez que leo a Lovecraft, siempre hay detalles que me perturban en sus relatos. Muy recomendable para todo tipo de lectores aún aquellos iniciados en sus oscuras historias.
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