Desgarrador. Esa es sin duda la palabra que define a este libro. Por qué volvías cada verano es el doloroso testimonio personal de la autora, respecto de los hechos acontecidos durante su adolescencia, donde fue agredida sexualmente y de forma reiterada por su tío político. Pero bajo este título se esconde también aquella pregunta a la que cualquier víctima sigue desgraciadamente enfrentada. ¿Por qué has tardado tanto en contarlo? ¿Por qué volvías cada verano a su lado? ¿Por qué seguías viviendo con normalidad? Una historia breve como una bofetada, que entremezcla testimonios y actas judiciales reales junto con los puntos de vista de las diferentes personas del entorno social y familiar de la autora, puntos de vista que dan voz a los propios sentimientos que se adueñaron de ella durante el proceso: negación, culpabilidad, auto reproche o indignación. De forma muy cruda y directa, Belén nos abre su corazón descargando toda su rabia en un grito demoledor que se une al de tantas mujeres que han luchado por sus derechos, por su dignidad o incluso por su vida. Todo ello, unido a un estilo narrativo muy visual, de cortísimos capítulos, algunos de tan solo una frase, logra que la autora impacte y remueva, yendo más allá del relato, en un ejercicio de sanación personal que clama a una sociedad que todavía sigue cuestionando a la víctima y justificando al agresor. Increíblemente, tras años de lucha, no ha sido hasta finales del pasado 2022, que estos hechos han sido judicialmente condenados. Toda mi admiración y afecto a la valentía de la autora y a la importancia de un testimonio, que, como tantos otros, jamás debería quedar en el olvido. Basta ya. |