El Traficante de Almas

Pues tras conocer a Iván López Pardo, retomó sus libros con la primera trilogía que escribió y de la cual no era conocedora hasta que el escritor me habló de ella. Y claro viendo el buen sabor de boca que me dejó su quinto libro pues me tenía que poner manos a la obra y empezar a conocerle por sus inicios. “El traficante de almas” es el primero de una saga. Nuevamente la acción se desarrolla en la ciudad de Santander, en esta ocasión nos moveremos entre los años 40 y 50, a mediados del siglo pasado. Cabe destacar como el escritor va desarrollando los personajes, nos envuelve en la investigación, no resulta tedioso en las descripciones de los sitios ni en la presentación de los personajes. Comenzamos de manera trepidante, el inspector Anastasio Márquez junto a su joven ayudante Miguel acuden a un piso en la calle San Simón en el que los bomberos están apagando un fuego que se ha producido en la última planta. al llegar lo que verán les cambiará la vida ya que no hay forma de explicarlo, en el domicilio vivían un matrimonio con su hijo Samuel, el cual es el único que ha sobrevivido. Como está en estado de shock le llevan al hospital de Valdecilla. Descubrirán que el joven no recuerda absolutamente nada de lo ocurrido antes del incendio, ni pregunta por sus padres, ni recuerda a sus vecinos. al principio no le dan mucha importancia el médico amigo íntimo del inspector le indica que con el paso del tiempo recuperará la memoria. La mujer del inspector que es enfermera en el hospital está pendiente del muchacho ya que tiene unas pesadillas muy extrañas. Incluso al final la hija del inspector va a hacerle compañía ya que se encuentra muy solo. Los meses van pasando y el inspector no consigue dar con el hombre que describe Samuel y el médico indica que ha pasado mucho tiempo y que ya no puede seguir en el hospital, así que al ser menor de edad lo tienen que enviar a un orfanato. La familia de Tasio, que es como llaman familiarmente al inspector, ha cogido mucho cariño al niño y deciden adoptarlo. al principio todo va bien pero como suele pasar las cosas se tuercen y en este caso así ocurrió, al final por las circunstancias que rodean al joven Samuel el inspector por el bien de su familia le lleva al orfanato. Aquí Samuel descubre que hay un infierno en la tierra, el responsable del orfanato es un ser despreciable, prepotente y que tiene a dos hermanos a su servicio para que espíen y se chiven de todo lo que ocurre en el lugar. Entre estas tres personas consiguen hacer que los años que Samuel pasa en ese lugar sean los peores de su vida. Hasta que un día vuelve a aparecer el hombre misterioso y le saca del orfanato llevando al muchacho a su mansión. Allí Samuel no se encuentra del todo a gusto porque ve cosas que no le terminan de convencer así que como no es prisionero decide marcharse. Pero antes se quiere despedir de la jovencita que por poco tiempo fue su hermana y por la que Samuel siente una atracción, sabe que no se puede quedar en Santander porque si le encuentran le volverán a llevar al orfanato ya que es menor y hasta que no cumpla 21 años tendría que permanecer allí, lo cual es impensable. Por otro lado nuestro inspector junto con su ayudante siguen investigando este caso que les está trayendo de cabeza, porque cada vez que consiguen algo terminan en un callejón sin salida. Márquez empieza a sospechar que muchas de las cosas que ocurren están relacionadas con Samuel, pero no sabe como unir las piezas. En su despedida Samuel y Estela Márquez quedan en escribirse. El muchacho que no tiene mucho dinero coge el primer tren con destino a Madrid intentando alejarse de ese ser que aunque le salvó del orfanato no le da buena espina. Pero el chico es listo y en lugar de quedarse en Madrid se marcha a un pueblo pequeño. Todo parece en contra de Samuel, tiene que dormir en la calle, mal comer, pero aún sigue adelante luchando. Un día encuentra en el pueblo a una perrita de la que por pena se enamora y se encarga de ella decide llamarla “Tierruca”. Los días pasan y las cosas no mejoran hasta que de pronto un día sin quererlo salva a un hombre al que casi le atropella un coche. El buen hombre agradecido y siendo dueño de una fábrica en agradecimiento por salvarle la vida le da trabajo y le permite hospedarse en un lugar que al menos le permiten tener a su perrita. Samuel y Estela se han carteado pero un día dejan de recibir cartas ni del uno ni de la otra, esto hace que Samuel se ponga más triste y a Estela le pasa lo mismo. Lo que no saben ninguno de los dos es lo que realmente está ocurriendo. Un día como otro cualquiera Samuel se levanta para ir a su lugar de trabajo y se encuentra con la sorpresa de que la fábrica está quemada totalmente y resulta que el dueño se encontraba en el interior. Sin trabajo decide volver a su ciudad natal la que le vio nacer, así que emprende el camino de vuelta a Santander. A su llegada consigue hospedarse en un lugar que al menos con el poco dinero que le queda se lo puede permitir y que le dejan tener a la perra con él. En cuanto está hospedado comienza su misión encontrar a Estela. Va recorriendo las calles hasta el domicilio en el que pasó los mejores días de su vida donde los compartió con la familia Márquez, aunque es cierto que Marcos el hermano mayor de Estela no le soportaba y le hacía rabiar en muchas ocasiones. Pero al llegar descubre que ya no viven allí, esto supone otro golpe duro para Samuel pero en esta ocasión tiene un poco de suerte porque una de las vecinas le reconoce y le cuenta que se mudaron y que su nieta va al mismo colegio de monjas que Estela. Samuel no cabe de gozo porque por fin algo le sale bien. Cuando la nieta vuelve al colegio Samuel la acompaña, la chica le indica que las monjas son muy estrictas que no quieren ver a ningún chico merodeando por la zona, agradecido decide esconderse en un lugar que le permita ver quienes entran. Y por fin su espera tiene su recompensa, ve llegar a Estela con unas amigas. Ahora solo tiene que esperar hasta las cinco que es cuando salen, lo cual es una agonía porque no tiene reloj y el tiempo parece que no avanza. Pero al final llega el momento en el que todas las chicas empiezan a salir y regresar a sus casas. Samuel prudente porque Estela sigue con las dos muchachas espera a que se alejen un poco del colegio y decide abordar a la chica. A esta le hace mucha ilusión volver a ver a Samuel. Se discriminan que ambos dejaron de escribirse pero los dos coinciden en que ambos han estado enviando cartas así que llegan a la conclusión de que alguien las ha tenido que interceptar. Evidentemente el inspector ha sido quien lo ha hecho ha revisado todas las cartas por si conseguía dar con el paradero el chico pero este es muy listo y no descubrió nunca donde había estado. El tiempo pasa y cuando se vuelven a encontrar Estela está estudiando para ser enfermera como su madre y cuando se vuelve a reencontrar con Samuel le va poniendo al día le cuenta que su madre sigue de enfermera, que su hermano Marcos está en la ciudad y es policía y también le cuenta que ahora tiene pareja. Otro golpe para el chico que bebe los vientos por esa muchacha desde que apareció en la habitación del hospital. Pese a que ahora tiene ya veinte años sigue siendo menor y Estela le recuerda que le andan buscando y él sabe que si le detienen no irá a la cárcel sino que volverá al orfanato que es lo peor que puede ocurrirle. Haciendo de tripas corazón y aunque le ha declarado que está enamorado de ella quedan como amigos. Como ya casi no le queda dinero decide buscar un trabajo, lo cual no es tarea fácil, pero al final consigue uno en una zapatería, él no sabe nada de arreglar zapatos pero piensa poner todo su empeño y aprender mucho el dueño le indica que empieza el lunes y en ese momento es jueves. Así que solo sale para pasear a la perra. Unos de los huéspedes que vive en la pensión le ofrece jugar al dominó y aunque el muchacho no tiene ni idea tampoco tiene nada mejor que hacer, el señor parece majo y además gana siempre así que está encantado. Un día y para su sorpresa Estela aparece en la pensión, esto le hace mucha ilusión, él le cuenta que el lunes empieza a trabajar y ella que le siguen buscando. Así que tendrán que verse a escondidas por lo que deciden verse en un bar nuevo en una zona del el río de la pila que es así como se llama la calle. Samuel es el primero en llegar, el lugar le resulta curioso y le gusta pero está impaciente porque llegue Estela. al final la espera tiene su recompensa y Estela acude a la cita. Lo que no saben, ni se esperan ninguno de los dos es que Marcos su hermano y Guillermo el novio de Estela que para más inri era uno de los chivatos y maltratadores del orfanato la han seguido. En cuanto los dos policías entran se arma el revuelo, sacan a Samuel a la calle y este se enzarza en una pelea con Guillermo no solo por lo de Estela sino por todo lo que pasó en el orfanato. Samuel intenta huir pero Guillermo le ha alcance y se pelean con todas sus fuerzas pero ante el entrenamiento de Guillermo Samuel lleva todas las de perder y aunque le consigue pegar y golpear varias veces al final Guillermo gana terreno y cuando está en el suelo le golpea y de pronto saca su arma reglamentaria para apuntar a la cabeza del joven y terminar con él, Marcos que había sido retenido por Estela indicando que le parecía horrible lo que habían hecho tardó un poco más en llegar y cuando vio a su compañero con el arma en la mano consiguió evitar que el disparo terminará en la cabeza de Samuel. Entre la discusión que mantenían los dos policías Samuel a duras penas huyó y para cuando se dieron cuenta ya no podían seguirle la pista. Guillermo quedó suspendido por una temporada por como actuó. Samuel sin embargo logró llegar como pudo a su habitación estaba más muerto que vivo. Entonces recordó algo que cuando se marchó de casa de aquel hombre siniestro busco en la bolsa que había llevado consigo y allí lo encontró. Esto hizo que para cuando Marcos llegó a donde se hospedaba Samuel ya no se encontraba allí y solo quedaba “Tierruca” sola y triste. de esta forma Samuel descubre quién es y que se requiere de él. Para saberlo os recomiendo leer el libro.