"Desde la línea" es una novela que me tomó por sorpresa y que me pareció una pasada. Es una historia que conectará con aquellos que han sido temporales, han tenido curros de mierda, cobrado el día 11, sufrido traspaletas de birria, madrugado a las cinco de la mañana, convertido sus noches en día, currado el 24 de diciembre o llorado de cansancio entre otras cosas. Es decir, no es una pasada para cualquier lector. Aquí juega mucho el bagaje de cada uno y es que aquí el escritor vierte dos años de trabajo en diversas fábricas agroalimentarias. Dos años de penurias para poder comer y seguir para adelante. Dos años navegando en la parte más sucia e injusta del mercado laboral francés. Y lejos de resultar un relato triste y miserable acaba siendo un relato honesto que sin quererlo denuncia las duras condiciones de trabajo en esas fábricas. Todo ello envuelto en una pátina que a mí me ha arrancado más de una carcajada al verme reflejada en alguna de estas situaciones o pensamientos. Una novela brillante, pero no una novela para todxs. + Leer más |