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Muy sorprendida con esta lectura. No esperaba para nada su desarrollo y, mucho menos, ese final tan bonito e inesperado. Es una historia romántica donde dos mundos completamente diferentes chocan sin remedio: el de Sofía y el de Mario. Su relación va pasando por altibajos y por diferentes niveles que, poco a poco, tienen que ir lidiando con ellos y superarlos. Entre medias hay intriga y secretos de familia que van poniendo la guinda del pastel, haciendo que la lectura sea amena y vaya cogiendo velocidad y tensión a medida que se van pasando las páginas. Sofía me ha gustado, se mantiene fiel a sí misma en todo momento y no deja que nada ni nadie la hagan cambiar ni un poco. Es cierto que, en algunas ocasiones me ha parecido que tenía más una actitud de adolescente que de mujer de veintisiete años, pero, quitando esos pequeños arrebatos, me ha parecido un personaje muy fuerte. Mi preferido, sin duda, Nico, su mejor amigo. Es dulce, sensato, con cierto aire pícaro y dispuesto a todo para ayudar a quienes le importa, incluyendo a Sofía. Es un personaje muy llamativo que me ha encantado. Mario ha tenido su evolución constante. al principio no me caía nada bien ni él, ni su mundo; pero, a medida que ha ido avanzando la historia, él ha ido cambiando y he terminado por tolerarlo. La verdad es que ha habido momentos que me han llenado de rabia y de enfado por dentro al leer ciertas partes que transcurren en la historia porque me ha parecido muy realista. Hay personajes odiosos y personajes maravillosos que han hecho que la lectura sea fluida y muy dinámica. Además, no paran de ocurrir cosas, lo que ha hecho que me lo lea en un suspiro. Y el final de la historia me ha parecido maravilloso. No diré mucho más para que sea más sorpresa, porque ya os digo que lo es. Una lectura amena, divertida y dura en muchos aspectos y, sobre todo, con una bonita historia detrás. Muy recomendable para los amantes de la romántica y de los giros inesperados. |
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