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Esta es la segunda parte de Strawberry Moon. La hija de la luna. En esta ocasión un dragón amenaza con destruirlo todo a su paso y alguien con mucho poder en la laguna está empeñado en sellar un pacto que causará mucho dolor. Por si fuera poco, para las sirenas es más difícil que nunca ocultar su verdadera identidad, especialmente desde que un par de periodistas andan husmeando por el campus universitario. Las pesadillas de Eiden no dejan de empeorar, y su hermana Liv tampoco está pasando por un buen momento. La sospecha de que sobre la familia Kirous pesa una terrible maldición es cada vez más fuerte. La cuenta atrás para la próxima luna llena ha comenzado, pero Diana está decidida a salvar a sus amigos sin importarle las consecuencias. Aunque el argumento de esta historia me gustó bastante hubo varias cosas que no me convencieron, por ejemplo, la rapidez en la que se resuelven las situaciones. En las situaciones en las que los personajes tienen problemas todo parece ocurrir demasiado rápido, casi por inspiración divina resuelven todo, mientras que hay muchas páginas para describir el día a día normal de los chicos. Además, aparecen nuevos personajes, que, sumados a los que ya conocíamos hacen una misión casi imposible entender quién es quién porque los nombres son muy parecidos (Eiden y Eydlin, Mako y Mica) y acabas dudando quién está hablando en ese momento. En general me gustó y las ilustraciones son verdaderamente preciosas, pero este me costó más trabajo que el primero. Quizás hubiera sido interesante si se hubiera desarrollado en más volúmenes, expresando y describiendo mejor las batallas sin que todo pase tan rápido, para darle más importancia a los momentos en los que los personajes se enfrentan a los diferentes problemas. |
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