Te espero en el fin del mundo

Desde que se conocieron cuando eran niños entre Levi y Violet surgió una gran conexión y desde entonces no se han separado. Su amistad inquebrantable puede con todo tipo de habladurías que resuenan en el pueblo de Whitefish debido, sobre todo, a la particular personalidad de Vi. El carácter tan particular de ella no encaja en el lugar, es muy soñadora, muy decidida y tiene las cosas claras, a pesar de la corta edad que tiene cuando comienza el libro. Es por ello los dos siempre han sabido que sus vidas algún día se separarían. Vi quiere ser famosa, brillar, conquistar el mundo, volar alto y tiene muy claro que a los 18 se marchará del pueblo. Su vida no ha sido fácil, puesto que es hija de Luke Cassavets, un hombre alcohólico con muy mala reputación que pone poco empeño en rehabilitarse y superar su adicción. le echan de todos los trabajos y a su lado solo ha conocido la miseria y la mala vida. Ha tenido que aprender a cuidarle y a cuidarse a sí misma por los dos. Ese también es otro motivo que impulsa a Vi a irse. Aspira a tener una vida mejor y a demostrarles a todos y a sí misma que puede conseguirlo.

A medida que crecen su amistad se convierte en mucho más, aun a sabiendas de que el día de su separación se acerca sin remedio. Cuando llega y ella se va deben replantearse sus vidas por completo ¿Podrán mantener su relación a distancia? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar ella para cumplir sus objetivos? Las dudas, el miedo, cierto alivio, la culpa, la distancia, son elementos a los que tendrán que hacer frente cada uno por su lado.

Tenía mucho miedo de leer este libro porque había leído todo tipo de críticas. Mientras que algunos decían que es una historia preciosa otros comentaban que era un libro con un romance tóxico y muy triste. Estoy de acuerdo con ambos. Es una historia de amor que empieza siendo muy bonita. Son dos personas que tienen una gran amistad desde pequeños, a medida que crecen se enamoran y deciden apostar todo por su relación, la cual vemos evolucionar a través de los años, pero que, efectivamente, se vuelve muy tóxica. Cuando está con Vi para Levi no existe nadie más en el mundo, llegando incluso a alejarse de sus amistades por estar con ella y siendo completamente consciente de ello sin que le importe demasiado, al menos al principio. Vi, por su parte, no se esfuerza mucho por encajar en el pueblo y solo se relaciona con Levi y con Rusell, un vecino algo cascarrabias y solitario. Tampoco pone empeño en animar a Levi a salir con sus amigos, es como si le quisiese solo para ella y como si mientras estuviesen juntos el resto del mundo importase poco. Con esta premisa es obvio que la separación les supone un mundo.

A ello se le suma que tienen personalidades muy diferentes. Vi es una mujer fuerte, con carácter, que tiene claros sus objetivos, es un alma libre y quiere volar alto. Pero también es bastante inconsciente y egoísta. Levi es de ideas fijas, es más clásico, es feliz quedándose en el pueblo trabajado en la empresa de su familia y quiere formar allí la suya. Son completamente opuestos.

En cuanto a la narración, son ambos personajes quienes cuentan la historia, cada uno desde su perspectiva. de esta manera, el lector conoce en profundidad a los personajes, aprecia mejor sus emociones, es testigo de cómo vive cada uno su vida y las situaciones a las que hacen frente. Asimismo, aunque el libro está contando de forma cronológica desde el año 1993 hasta 2013 la autora utiliza el recurso de avanzar, en su justa medida, hechos que sucederán más adelante. Ello contribuye a que el lector siga enganchado a la historia y quiera seguir leyendo, pero no es el único motivo. La cuidada y estilizada pluma de Andrea Longarela traspasa las páginas y penetra en el alma. Escribe de forma muy cuidada y con mucho sentimiento. Me ha hecho sentir un sin fin de emociones: alegría, ansiedad, desesperación, tristeza… La lectura de este libro ha sido una montaña rusa, ya que en la trama hay giros constantes. Hace reflexionar, pero por momentos tenía que detener la lectura porque no podía parar de llorar.

En conclusión, es un libro que hace pensar, con unos personajes bien construidos, perfectamente ambientado y narrado de forma delicada. Me ha gustado. Es el primer libro que leo de la autora y no será el último.