Un relato de aventuras y casi diría que de terror, escrito por Jack London a principios del siglo XX, pero puede considerarse atemporal. Con este relato el escritor muestra las terribles condiciones climatológicas que se dan en los territorios del río Yukón, Alaska, que conoció durante la fiebre del oro. Este relato, junto con las expresivas ilustraciones que tiene, me hizo sentir muchas cosas en pocas páginas: frío, miedo, angustia, lástima, ira, alegría… Sin duda lo recomiendo. |