"La muñeca de porcelana" es la novela debut de Kristen Loesch. Fue preseleccionada para el Caledonia Novel Award (2020) y el Bath Novel Award (2019). Para ser su primera novela, Kristen Loesch ha dejado el listón bien alto. La forma de narrar de la autora me ha parecido toda una delicia. A pesar de los horrores que narra y la dureza de las situaciones, transmite una ternura hacia los personajes que logra traspasar las páginas y que el lector lo pueda sentir. Por otro lado, se nota también el gran trabajo de documentación que ha realizado, ya que la ambientación es una maravilla. "La muñeca de porcelana" está narrada a varias voces, y alterna el presente con el pasado. En el presente, solo tenemos una voz narradora, la de Rosie, protagonista principal. Pero para el pasado, la autora se ha apoyado en varios personajes: Antonina, Valentín, y en la parte final de la historia Katya. Me ha parecido todo un acierto, y sin duda es la esencia de la historia, ya que de esa manera el lector irá conociendo poco a poco la historia del pasado y cómo cada personaje lo vivió, a la par que Rosie lo desentraña en el presente y lo que para ella supone. Rosie realiza un viaje a Rusia tras la muerte de su madre para poner fin a su pasado. Su vida ahora está en Londres, pero siente que tiene que averiguar lo ocurrido con su padre y su hermana, sobre todo desde que el fantasma de esta última le persigue. Lo que Rosie no espera es que los secretos que tan celosamente su madre ha guardado, le van a desbaratar su vida, tanto el presente como lo que ella pensaba que era su pasado y el de su familia. Aunque, al menos para mí, fue claro un punto clave en la historia de Antonina, Katya y Rosie, me ha gustado el viaje que la autora hace por la vida de las tres generaciones de mujeres, desde San Petersburgo, con Antonina en 1915, hasta el presente, 1991, con Rosie. La vida de Antonina no fue fácil, marcada por un matrimonio en el que era un objeto más de la casa que guardar y coleccionar, conoció el amor a través de Valentín, un bolchevique que aboga por los cambios y la revolución. A partir de ese momento, la vida de Antonina da un giro radical, sin saber que también repercutirá en el futuro de su familia. La historia de Antonina me ha encantado, por cómo se va adaptando a los cambios que vienen y cómo lucha por el amor y su familia. A través de ella se vive la época de la guerra de una manera directa, viendo la dureza y los momentos de hambre e incertidumbre que se pasaron; viendo morir a los amigos, vecinos o sus propios hijos, y haciendo lo imposible por lograr poner un plato de comida a su familia, aunque fuera una sopa insípida obtenida de hervir el pegamento del papel de la pared o sus propios zapatos. También queda muy bien reflejado gracias a Valentín, la persecución de los bolcheviques, el fusilamiento de algunos o los que acabaron en el campo de prisioneros de Solovkí, entre otros, todo un infierno del que no se regresaba totalmente, ya que una parte del alma y la mente de las personas se quedaba allí por lo que tuvieron que ver, vivir y hacer por sobrevivir. Sin duda, es la parte que más me ha enganchado de "La muñeca de porcelana". A pesar de ello, las partes más orientadas a la política se me han hecho un poco densas de leer en ciertos momentos, más que nada porque no es un tema que me atraiga en su totalidad. Pero por suerte, la autora no ahonda en exceso en ello y las va alternando con la historia propia de los personajes para que la lectura sea más fluida. Enlace: https://anikaentrelibros.com.. + Leer más |