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Cuando me ofrecieron la oportunidad de reseñar esta novela en la que se han puesto unas expectativas prometedoras, no lo dudé un instante a la hora de aceptarla. Por ello, y antes de entrar en materia, me gustaría agradecerle a la editorial el haberme facilitado el ejemplar del que os escribo. Ya en términos puramente literarios, la estructura se sirve del in media res para desarrollar la trama. Los flashbacks ubican al lector ante los acontecimientos antes de retomar el presente narrativo y desembocar en el final. Debido a la breve extensión de los capítulos, donde abundan los diálogos y las frases cortas, el ritmo es, a la fuerza, vertiginoso. En cuanto a los personajes, estos están perfectamente adaptados a lo que la escritora neoyorkina pretende. El factor psicológico es fundamental a la hora de entender los impulsos de cada uno. En un delirio de acciones y consecuencias a cada cual más sorprendentes, sus pasos llegan incluso a confundir y desorientar al lector. Respecto a la temática, he encontrado una propuesta diferente a lo que habitualmente suelo leer en esta tipología de obras. La amistad, las apariencias, las mentiras y la moral se desenvuelven sobre una atmósfera que se asemeja a las presentes en los universos Marvel y DC. Sin ir más lejos, son constantes las alusiones que se hacen a superhéroes, figuras que Emily utiliza para introducir alguna que otra crítica (escasa en contenido) hacia el racismo y la sociedad americana, tan diversa pero, sin embargo, siempre regida por los mismos patrones. Por otra parte, desde una perspectiva más subjetiva, he echado en falta la tensión y el suspense característicos del thriller. No sé si por el público juvenil al que va destinado o, sencillamente, que no he empatizado con los personajes, pero en ningún momento me he sentido preso de la historia. No obstante, cabe decir que Lockhart sí es capaz de crear una expectación constante por saber qué hay del pasado de los protagonistas para que se comporten de esa manera y llegar al final de su recorrido. Por último, me gustaría resaltar una frase que, entendiendo y asimilando el contexto social actual, resulta equívoca. En ella, la escritora encadena varios oxímoron con los que establece contradicciones. En uno de ellos se hace referencia al feminismo y el ser femenina, contraponiendo dichos términos como si fuesen antípodas. Siendo esta una novela escrita (mayoritariamente) para un público adolescente y en formación, cabría revisar el cómo exponer este tipo de mensajes, ya que ello puede fomentar ideas contradictorias. En definitiva, Todo es mentira es una novela insuficiente atendiendo a mis gustos personales. El lenguaje, simple y llano, la ambientación y la superficialidad mostrada sin ahondar en la vida de los personajes ni en el porqué de sus comportamientos me han privado de disfrutar como debiera de esta propuesta inusual. Enlace: https://lacasadelnomada.com/.. |
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