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Crítica de MisLecturas


MisLecturas
13 October 2020
Emma Lira logró pellizcar mi alma y emocionarme con "Ponte en mi piel", un título que acabó convirtiéndose en una de mis mejores lecturas del pasado año. de ahí que anhelase con ansia la publicación de esta nueva novela con la que la autora nos traslada hasta mediados del siglo XVIII, a un lugar y una época en que las especias eran más valiosas que el oro, para mostrarnos el contraste del mundo opresivo de la España rural y católica, frente a un universo sensual de sabores, idiomas y creencias al otro lado del mar. Un mundo de plantaciones regadas con sangre, donde los arboles tienen más alma que los hombres que quieren acabar con ellos.

Extremadura, 1756. Gabriel Velasco es un niño inteligente e intuitivo que se siente menospreciado por ser el menor de tres hermanos varones. Nació tarde para todo y su vida no es fácil ni agradable, aunque la sobrelleva soñando con el olor del mar y el eco de otros mundos lejanos. A la temprana edad de once años será internado en un colegio de jesuitas, para convertirse en un siervo de dios. Este ser solitario, inundado por una desaforada pasión por los libros descubrirá que el huerto del colegio y sus embriagadores aromas a tierra mojada, a hierbabuena y tomillo, acaba convirtiéndose en su único refugio y entre las especias, por primera vez, se sentirá valorado. Aunque Gabriel no sabe que su destino todavía no estaba escrito.

Paralelamente en Ternate, Islas Molucas, encontraremos a las primas Pereira, Cornelia y Cintia. Dos auténticas joyas en aquel rincón entre el Índico y el Pacífico. Cintia es huérfana y mestiza, una joven de corazón silvestre acogida y criada por caridad en casa de su tía Elionora, la hermana gemela de su madre. Su piel cobriza la conecta a aquellas tierras y la hermana con su población nativa. Se siente una más de ellos, a pesar de vivir entre dos mundos que están en constante enfrentamiento…

"Existen perfumes que dejan aroma a recuerdos". Con esta frase tan contundente y elocuente de Danns Vega comienza una novela que vertebra su trama en dos líneas argumentales sin aparente conexión, que coexistirán armoniosamente y discurrirán en paralelo hasta acabar fusionándose. de la mano de un narrador omnisciente que será el encargado de adentrarnos en esta bonita historia, alternando el foco de atención sobre sus dos protagonistas, Emma Lira ha tejido una novela de lectura muy sensorial, de sabores, de aromas y de vida, que es toda una lección de supervivencia, rebeldía, pero ante todo de esperanzas, de unos amores incondicionales, sin fisuras, y de otros imposibles. Una historia de ausencias y despedidas, que se irá desgranando poco a poco, sin prisas, para que el lector disfrute de cada frase, de cada párrafo, de esa narrativa tan bonita que caracteriza la pluma de esta autora. Personalmente he de deciros que he finalizado algunos capítulos con congoja y lágrimas fluyendo con un deje de rio manso, totalmente emocionada.

La autora ha cartografiado el entorno con tal precisión que facilita al lector poder situarse en los diferentes escenarios, al recrear el contexto social y económico con total realismo, permitiendo sentirse parte del bullicio multicolor del puerto, en una mezcla de credos y sangres. O sentir en propia piel el calor húmedo y espeso que torna la atmósfera en irrespirable, en unas islas minúsculas y fértiles, asomadas al Índico y plagadas de fragancias e historias de conquistadores.

Manifiesta es la contundencia con la que Emma Lira ha construido todos y cada uno de sus personajes, unos seres maravillosos e inolvidables, los ha dotado de vida, de alma, haciéndolos accesibles, reales y creíbles, de carne y hueso. Todos tienen sus contornos definidos a la perfección y me han cautivado, pero brillando como un faro en medio de una galerna destacan sus dos protagonistas, Gabriel y Cintia. Dos personas inconformistas, con profundas heridas en el alma, que buscan en la naturaleza la inspiración, la alegría y la vida mientras tratan de escapar de la mediocridad.

"El último árbol del paraíso" discurre a un ritmo que no llega a ser vertiginoso, pero sí lo suficientemente fluido como para mantener al lector pegado a sus páginas, permitiendo que vaya componiendo una nítida imagen, en retrospectiva, del entorno social y familiar de sus dos protagonistas. Está trazada con una prosa muy cuidada, cautivadora, que despierta los sentidos del gusto y el olfato. Las especias en general, y el clavo en particular, se convierten en un personaje más de esta novela. Los olores van directos a los sentidos, generando emociones, haciéndose tangibles en unas descripciones evocadoras. Son aromas que encienden los pulsos y hablan de placeres exóticos de mundos lejanos. El olor a clavo cobra forma en esta novela como el perfume de la libertad.

Sintetizando: "El último árbol del paraíso" es una hermosa novela de ficción histórica matizada con sutiles pinceladas de aventura y de romanticismo, cuyo argumento se focaliza en las Islas Molucas, en una época en que Holanda ostenta el monopolio del clavo, ese árbol sagrado para los nativos y codiciado desde siempre por muchos países. Una especia que crece exclusivamente en aquellas islas caóticas con alma de fuego, cuyos habitantes luchan por recuperar su identidad y preservar sus recursos. Un título que pone de manifiesto que los aromas son poesía para los sentidos y pueden llegar a embriagar el alma del lector. Una lectura muy sensorial de amores imposibles, humillaciones, rebeldía, supervivencia y adioses, en la que también hay lugar para la esperanza. Un nuevo título de Emma Lira que no me cansaré de recomendar…
Enlace: https://www.mislecturas.es/2..
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