Rachel Lippincott lo ha vuelto a hacer. Y esta vez en solitario. Nos adentramos en la vida de Emily, que se siente perdida tras la muerte de su madre a causa del cáncer. Nos vamos a encontrar con una joven muy insegura que conseguirá encontrarse a sí misma gracias a una persona completamente inesperada y a una lista que se encuentra entre las cosas de su madre. Rachel nos explica, a través de Emily, la importancia de darnos tiempo para resolver nuestros duelos, de la importancia de hablar con aquellos que nos quieren y no cerrarnos en banda. Aunque es una novela de ficción, se puede considerar una novela de aprendizaje, que no de autoayuda, además de ser una novela preciosa. |